Cine japonés en Buenos Aires

Desde hoy y hasta el jueves 23 de marzo tendrá lugar en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530) un ciclo de cine denominado Japón siempre presente.
La muestra, que se realiza en el marco del mes de la amistad argentino-japonesa, está integrada por ocho films de la más reciente producción nipona, que no han tenido estreno comercial en el país. Son títulos de nuevos directores, como Kiyoshi Kurosawa, Tomoyuki Furumaya y Junji Sakamoto, premiados en el circuito de festivales, y también de maestros veteranos, como Yoichi Higashi y Yoji Yamada, muy populares en Japón y que recién ahora están consiguiendo un reconocimiento internacional. El ciclo también presenta algunas de las más significativas estrellas del cine japonés, de distintas generaciones, como Naomi Fujiyama y el ascendente Tadanobu Asano.

Días y horarios

Martes 14, a las 14.30, 18 y 21 horas:
Kaïro (2001)
Dirección: Kiyoshi Kurosawa.
Con Haruhiko Kato, Kumiko Aso, Koyuki.
Un extraño fenómeno se produce en la pantalla de las computadoras conectadas a Internet. En apariencia, un virus se propaga por la red, pero la consecuencia es una ola masiva de suicidios... Kaïro es menos un film de terror que una sorprendente metáfora sobre la soledad y la incomunicación, una película en la que los espectros de los muertos logran arrancar a los vivos de una existencia formateada por la más triste realidad. Nunca desde Antonioni el paisaje urbano lució más desierto y sombrío.
Obra maestra de Kiyoshi Kurosawa, descubierto para Buenos Aires en el 2000 en la Lugones y consagrado en el Bafici 2004.
(118’; 16mm.)

Miércoles 15, a las 14.30, 18 y 21 horas:
Mi abuelo
(Watashi no guranpa; Japón, 2003)
Dirección: Yoichi Higashi.
Con Bunta Sugawara, Satomi Ishihara, Tadanobu Asano.
Una joven soñadora de 14 años vive una vida ordinaria junto a sus padres y su abuela en Okinawa. La situación cambiará radicalmente cuando su abuelo regrese al hogar luego de pasar trece años en prisión por asesinar a un miembro de la yakuza. Protagonizada por Bunta Sugawara, la estrella de la saga Batallas sin honor ni humanidad de Kinji Fukasaku, y el ascendente Tadanobu Asano (Gohatto, Ichi the Killer), esta comedia intergeneracional del veterano realizador Yoichi Higashi reflexiona sobre el presente y el pasado, las responsabilidades y el coraje necesario para enfrentarlas. El director Yoichi Higashi llegó a Mi abuelo después de ganar el Oso de Plata de la Berlinale ’96 por Village of Dreams, otro delicado retrato familiar. (113’; 16mm)

Jueves 16, a las 14.30, 18 y 21 horas:
Kaza-hana
(Japón, 2000)
Dirección: Shinji Somai.
Con Kyoko Koizumi, Tadanobu Asano, Choei Takahashi .
En los días claros del fin del invierno, el viento empuja los últimos copos de nieve, antes de que el sol los haga desaparecer. En Japón, este anuncio de la primavera se conoce como kaza-hana y en el último film de Shinji Somai -un director fogueado en los festivales de Cannes y Berlín- representa un momento de transición equivalente al que están transitando Yasushi y Lemmon. Él es un funcionario público de carrera promisoria pero de una vida privada de tristeza y soledad; ella es una escort de Tokio que dejó atrás un pasado que no se anima a recuperar. Una mañana ambos despiertan juntos, se reconocen como extraños, pero iniciarán un viaje que será determinante en sus vidas. Tadanobu Asano ya es un rostro familiar para cualquier seguidor del nuevo cine japonés y Kyoko Koizumi, una cantante pop, tiene aquí la oportunidad de probarse como excelente actriz dramática. (116’; 16mm)

Viernes 17 y Sábado 18, a las 14.30, 18 y 21 horas:
Leyenda de samurais de Mibu
(Mibu gishi den; Japón, 2003)
Dirección: Yojiro Takita.
Con Kiichi Nakai, Koichi Sato, Yui Natsukawa.
Durante los últimos días del período Edo, en Kioto, un hombre demuestra notables habilidades con la espada. Kanichiro Yoshimura es un samurai que forma parte del Shinsengumi, integrado por los guardianes de la capital imperial; pero una única preocupación ocupa su mente: la supervivencia, obtener suficiente dinero para enviar a su mujer e hijos, caídos en desgracia como consecuencia de las guerras civiles. Leyenda de samurais de Mibu posa una mirada evocativa a los últimos días de una raza moribunda de hombres para quienes el honor era el valor más importante en la vida. Iniciado en los años 80 en el terreno del pinku (cine erótico), el realizador Yojiro Takita encuentra en este film un estilo personal sobre un género de larga tradición, el film de samurais o chambara. Ganadora como Mejor Película, Mejor Actor (Kiichi Nakai) y Mejor Actor de Reparto (Koichi Sato) en los premios de la Academia Japonesa de Cine. La música es de Joe Hisaishi, colaborador habitual de Takeshi Kitano y Hayao Miyazaki. (143’; 16mm).

Domingo 19 y lunes 20, a las 14.30, 18 y 21 horas
Samurai del atardecer
(Tasogare Seibei; Japón, 2002)
Dirección: Yoji Yamada.
Con Hiroyuki Sanada, Rie Miyazawa, Nenji Kobayashi.
Probablemente el más prolífico y también el más popular de los directores japoneses en actividad, Yoji Yamada (Osaka, 1931) dedicó gran parte de su obra a la serie de películas familiares de un personaje llamado Tora-san, pero con su primer film de samurais demuestra que es también un cineasta clásico de una solidez infrecuente. Un poco a la manera de Los imperdonables, de Clint Eastwood, el samurai del título es un guerrero retirado, que prefiere olvidar su pasado violento, hasta que el destino lo empuja a un último y definitivo enfrentamiento con un espadachín invencible (a cargo de Min Tanaka, maestro de Butoh, danza japonesa contemporánea). Selección oficial del Festival de Berlín. (123’; 16mm).

Martes 21, a las 14.30, 18 y 21 horas
Competencia de robots
(Robokon; Japón, 2003)
Dirección: Tomoyuki Furumaya.
Con Masami Nagasawa, Shun Oguri, Atsushi Ito.
El realizador Tomoyuki Furumaya, ganador del Tiger Award y el Premio de la Crítica por su film Mala compañía (Mabudachi, 2001) en el Festival de Rotterdam, encuentra en su siguiente proyecto una nueva vuelta de tuerca al film de competencias estudiantiles. Satomi es el típico joven perdedor que deberá demostrar sus habilidades en el Concurso Nacional de Robots, competencia que se lleva a cabo anualmente en la ciudad de Tokio. (118’; 16mm)

Miércoles 22, a las 14.30, 18 y 21 horas
Cara
(Kao; Japón, 2000)
Dirección: Junji Sakamoto.
Con Naomi Fujiyama, Etsushi Toyokawa, Michiyo Ookusu.
En una explosión de furia provocada por una situación humillante, Masako -una mujer algo excéntrica- mata a su hermana y se lanza a una vida fugitiva. Eludiendo a la policía y perseguida por la culpa, Masako, sin embargo, descubre que por primera vez se está haciendo cargo de su propia vida. La amenaza de pasar el resto de sus días en prisión le da la oportunidad de experimentar su vida en libertad de la manera más intensa, a pesar de que el mundo exterior no deja de manifestarse ferozmente hostil.
El director Sakamoto (que se dio a conocer fuera de Japón con la violenta Iron Fist) resuelve las situaciones más difíciles con un extraño humor negro y encuentra en Naomi Fujiyama -la gran diva del teatro japonés, en su arrollador debut cinematográfico- a su mejor aliada. “Creo que hacer cine es, de alguna manera, un acto criminal o, al menos, lo suficientemente desquiciado como para provocar culpa. Y a mí me gusta ensuciarme las manos, ponerme tanto en el lugar de la víctima como en el del victimario” (Junji Sakamoto). (123’; 16mm)

Jueves 23, a las 14.30, 18 y 21 horas
Un hermoso verano en Kirishima
(Utsukushii natsu kirishima; Japón, 2002)
Dirección: Kazuo Kuroki.
Con Tasuku Emoto, Yoshio Harada, Tokie Hidari.
Kirishima, Prefectura de Kagoshima. Verano de 1945, meses antes del fin de la Segunda Guerra. Yasuo, un muchacho a punto de terminar sus estudios, debe separarse de sus padres al ser evacuado de Tokio. Mientras los días transcurren junto a su abuela y su rígido abuelo, el joven no puede evitar sentirse culpable: a pesar de no haber sido reclutado por problemas de salud, el recuerdo de sus amigos muertos durante un bombardeo no deja de acosarlo. Sumado a ello, Yasuo no puede terminar de acostumbrarse a la actitud militarista que lo rodea. Un hermoso verano en Kirishima forma parte de una trilogía sobre el sufrimiento de la población civil durante la Segunda Guerra, iniciada por el realizador en 1988 con Mañana (Ashita) y que se completa con El rostro de Jizo (Chichi to kuraseba, 2004). (118’; 16mm)
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