Los tres rostros del Terror, Lugosi, Karloff y Chaney Jr.
Los tres rostros del Terror
por Darío Lavia
Los rostros de los monstruos clásicos de la Universal no siempre fueron los mismos. En esta nota analizamos la transmutación de Drácula, Frankenstein y El Hombre Lobo en los inolvidables films de los años ´30 y ´40. desde Terror UniversalEs muy probable que el espectador de cine típico sea alguien que asocie un personaje con un actor o un rostro particular. Cuando fuimos a ver Superman (1978-Richard Donner) nos maravillamos con la personificación de Christopher Reeve. Años después, cuando se filmó la segundo parte, Superman II (1980-Richard Lester), lo lógico fue que el mismo actor cubriese el mismo personaje. Lo mismo ocurrió en la tercera y cuarta parte de la saga. En cambio con el otro superhéroe de la DC cuyas andanzas fueron llevadas al cine, Batman, pasó algo muy irregular. Mientras en las dos primeras películas de la serie el protagonista fue Michael Keaton (ambas dirigidas por Tim Burton), en la tercer película, Batman Forever (1995-Joel Schumacher) el encapotado fue interpretado por Val Kilmer, mientras que en la cuarta y hasta ahora última, Batman y Robin (1997-Joel Schumacher) lo fue George Clooney: ¿Se vio perjudicada la credibilidad del personaje a lo largo de su saga con el cambio de actores?¿Fue este cambio un signo de los tiempos, con aristas de intereses comerciales o artísticos?
Desde los tiempos del cine mudo se supuso que un personaje debía ser interpretado siempre por el mismo actor (hasta donde fuese posible). El detective chino en Hawaii Charlie Chan fue un personaje recurrente en las películas policiales de la Fox durante los '30 y '40. En una primera etapa el actor sueco Warner Oland fue, caracterización mediante, el sabueso oriental, hasta que su fallecimiento por un ataque cardíaco en 1935 forzó ser reemplazado por Sidney Toler, que tuvo a su cargo el papel hasta que él mismo falleció y fue reemplazado por Roland Winters en 1947. Otros casos son muy similares: Boris Karloff como Mr. Wong, Peter Lorre como Mr. Moto, Mickey Rooney como Andy Hardy, Christopher Lee como Drácula, y más cerca de nuestros tiempos, Chevy Chase como el líder de una familia en Vacaciones, Paul Hogan como Cocodrilo Dundee, etc...
Se podría decir que hay personajes que requieren de un mismo actor para lograr un convencimiento de parte del público y otros que no. Y en el bando de los que no podemos encontrar al Batman de los '90 y también a los Monstruos Universales. Veamos este pequeño cuadro para intentar comprender el complicado ciclo que siguieron los tres rostros del horror (Drácula, Frankenstein y el Hombre Lobo) para finalmente concluir que (al igual que Los Tres Chiflados que resultaron ser seis en total) los tres rostros del horror fueron seis:
A la izquierda tenemos la cronología entre 1931 y 1948. Debajo de los títulos de cada película tenemos al actor. Veamos como se desarrolló la historia.
Bela Lugosi: Se puede decir que durante casi diez años Drácula fue Bela Lugosi y el Monstruo de Frankenstein fue Boris Karloff. En 1931 ambas películas fueron sucesos de taquilla y horrorizaron a nuestros abuelos a base de sugestión y ambientes ominosos. Tal fue la repercusión que tuvieron que lanzaron dos nuevos arquetipos en el género terrorífico. En el caso de Drácula, Lugosi tuvo una sola oportunidad de personificarlo para la Universal (en 1931, dirigido por Tod Browning) pero volvió a encarnar a un vampiro en un filme de la MGM titulado La Marca del Vampiro (1935-Tod Browning). Su caracterización del vampírico conde le acarreó un encasillamiento en el papel (el cual sería explotado a lo largo de los años '40 en estudios como Monogram y PRC).
Boris Karloff: La vida del actor inglés William Henry Pratt no pareció tener rumbo hasta que interpretó al monstruo en Frankenstein (1931-James Whale). Esto le valió ser encasillado sí, pero también lo inmortalizó como el más fino actor del cine terrorífico mundial. Su labor no se detuvo en el personaje de Mary Shelley sino que se extendió en caracterizaciones memorables como la del arqueólogo milenario en La Momia (The Mummy, 1932-Karl Freund) y muchas más. Sin embargo la fijación del público por el Monstruo le valió ser llamado para interpretarlo en dos ocasiones más a lo largo de los años '30, en La Novia de Frankenstein (Bride of Frankenstein, 1935-James Whale) y en El Hijo de Frankenstein (Son of Frankenstein, 1939-William R. Neill). En esta última Lugosi tuvo el papel de Ygor, un deforme y siniestro malvado.
Lon Chaney Jr.: Creighton Chaney fue el hijo del más famoso actor terrorífico del cine mudo (y que de haber sobrevivido al cine sonoro, hubiera cambiado la historia) que fue Lon Chaney. Hacia mediados de los treinta el corpulento Creighton tomó el nombre de su padre para ser asociado más fácilmente con la figura paterna y logró conseguir un papel notable en La Fuerza Bruta (Of Mice and Men, 1939-Lewis Milestone). Esta fama llamó la atención de los ejecutivos de la Universal, que le hicieron participar en una película de terror llamada El Monstruo Magnético (Man-Made Monster, 1941-George Waggner). A pesar de que era un filme mediocre, le sirvió para adentrarse en un personaje hoy clásico en el género de horror: El Hombre Lobo (The Wolf Man, 1941-George Waggner) marcó un hito en la historia y demostró que la creatividad del estudio seguía vigente después de diez años de Drácula y Frankenstein.
Todo comienza a mezclarse: Ese mismo año 1941 Universal
decidió lanzar una secuela de El Hijo de Frankenstein.
Ahora Boris Karloff no sería el monstruo puesto que estaba
embarcado en otros proyectos y además ya estaba bastante
viejo para soportar el maquillaje y las penurias de la filmación.
Así que, en un intento por encumbrar a su nueva estrella,
la Universal encargó a Lon Chaney Jr. la interpretación
del monstruo. La película se llamó El Fantasma
de Frankenstein (Ghost of Frankenstein, 1941-Erle C. Kenton)
y contó en el reparto a Bela Lugosi nuevamente como Ygor.
A partir de 1943 Universal decidió juntar a sus monstruos,
como si así asustasen más y produjo Frankenstein Contra
el Hombre Lobo (Frankenstein Vs. the Wolf Man, 1943-William R. Neill).
Lo particular de esta película es que es una secuela de dos
filmes simultáneamente, es decir que es considerada como
secuela de El Hombre Lobo y de El Fantasma de Frankenstein
por igual. Puesto que Chaney no podía interpretar ambos papeles,
el personaje del monstruo recayó esta vez sobre Bela Lugosi,
que está correcto pero que aún no llega a la altura
del maestro Karloff. Ese mismo año Chaney cantó cartón
lleno cuando interpretó al mismísimo Conde Drácula
en la erróneamente titulada El Hijo de Drácula (Son
of Dracula, 1943-Robert Siodmak).
Se agregan nuevos rostros: Bien, hasta ahora tenemos tres
actores (Lugosi, Karloff y Chaney Jr.) que han acaparado los tres
rostros del horror, es decir Drácula (encarnado por Lugosi
y Chaney), el Monstruo de Frankenstein (encarnado por los tres)
y el Hombre Lobo (encarnado por Chaney, que al parecer fue el actor
indicado puesto que ninguno de los otros dos jamás personificó
nunca tal rol). Pero en 1944, con distintos sucesos externos (la
II Guerra Mundial, las taquillas) y circunstancias fisiológicas
(Karloff contaba ya 57 años y Lugosi 62) hicieron que otros
actores tomaran sus roles. Así fue como en La Guarida
de Frankenstein (House of Frankenstein, 1944-Erle C. Kenton)
se conjugaron los tres personajes: Drácula (John Carradine),
el Monstruo (Glenn Strange) y el Hombre Lobo (siempre Chaney) bajo
la tutela de Boris Karloff que interpretó muy correctamente
a un médico loco. Al año siguiente el mismo reparto
(sin Karloff) brindó una última función en
La Guarida de Drácula (House of Dracula, 1945-Erle
C. Kenton).
Glenn Strange: Glenn Strange
era un actor de clase B de los estudios Universal (había
sido músico country y trabajado en radio) haciendose
notar por su estatura en innumerables westerns del estudio.
En 1944 fue elegido para suceder a Bela Lugosi en el papel
del Monstruo. Es curioso notar que este actor lo haya interpretado
el mismo número de veces que Karloff (3).
John Carradine: Carradine
se preocupó por dotar a su Drácula de un aspecto
de caballero sureño. Con su bigotito fino y su aspecto
gentil, tomó una imagen más cercana al personaje
literario de Stoker que la de Chaney y la de Lugosi. Carradine
ya era famoso a mediados de los '30 por haber intervenido
en varias películas de John Ford, como La Diligencia
(The Stagecoach, 1939)
¿Quién fue el sexto rostro del terror? Bien, para contestar a esta pregunta tengamos probablemente que hacer un poco de historia sobre algunos episodios de esta historia que no hemos tocado. En primer lugar tenemos un Drácula extra en Carlos Villar (o Villarias) que en 1931 fue el Drácula en versión española producido por la Universal y filmado en los mismos estudios que la versión de Bela Lugosi; luego tenemos que agregar también a Henry Hull, un notable actor de reparto que fue el protagonista de El Lobo Humano de Londres (The Werewolf of London, 1935-Stuart Walker) que fue una primitiva versión del clásico de Chaney Jr. Aparentemente Universal en un principio había pensado en Hull para el papel protagónico de El Hombre Lobo, pero el actor rechazó el papel a causa de la tortura que significaba el molesto maquillaje.
Epílogo: Hacia 1947 el género terrorífico había adoptado un camino diferente y la RKO había tomado la posta. En tanto la Universal seguía tan apegada a sus personajes, que los hacía participar en las comedias de sus dos cómicos estrella, Bud Abbott y Lou Costello. Abbott y Costello Contra los Fantasmas (Abbott & Costello Meet Frankenstein, 1948-Charles Barton) fue el más notable de estos productos (en otras películas el dúo tuvo que mezclarse con gente tan poco agradable como la Momia, el Hombre Invisible y el Dr. Jekyll y Mr. Hyde). En esta última película del ciclo, Lugosi retoma en plena decadencia, su papel de Drácula y Strange y Chaney continúan en sus respectivos personajes sin penas ni glorias. Vista en retrospectiva, la película puede parecer algo tonta, pero da algunas pistas del fenómeno cultural que estos tres personajes provocaron.
Comments
Re: Los tres rostros del Terror, Lugosi, Karloff y Chaney Jr.
Han pasado los años, aparecieron los efectos especiales, mejor maquillaje, hasta los actores son más espontáneos pero sigo prefiriendo el cine en blanco y negro, el terror que causaban esas películas no se mejorará nunca porque no había toda la parafernalia que hay en el cine hoy en día y sin embargo era maravilloso.