El Nacimiento de Jesus -Feliz Navidad- EL LU Vs JJ Benitez

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Anonimo

El Nacimiento de Jesús Feliz Navidad – El libro de Urantia Vs JJ Benítez

Queridos amigos he visto que ya son muchos los que han leído los artículos que he publicado con anterioridad y ahora les hago entrega de un capitulo que les iniciara en una de las aventura mas fascinante que hayan podido vivir Jamás.

En estas fechas tan importantes para la Cristiandad, creo que este resumen supondrá un buen presente navideño para todo los hombres de buena voluntada y además les presentara uno de los aspectos más fascinantes de su paso por nuestra tierra la demostración más acabada de la “AMISTAD DE DIOS CON EL HOMBRE” y nuestra verdadera Filiación con él.

Ya es hora que les haga una aclaración Importantes, el plenario de los miembros pertenecientes a la organización “URANTIA BOOK” y a otras organizaciones dedicadas a la difusión de libro JAMAS y repito JAMAS han intentado formar SECTAS, crear nuevas RELIGIONES o atacar o desacreditar otras CREENCIAS o CULTOS.

Esto es así, pues saben positivamente que la RELIGION del FUTURO no se basa en la RELIGION DE LA AUTORIDAD como esta fundamentada hoy en día (El poder esta sustentado por otros, que tienen una mejor posición con Dios y ellos son los que actúan por nosotros ante él). Por el contrario la RELGION DEL FUTURO se basa pura y exclusivamente en una relación personal entre el Hombre (Criatura) y su PADRE UNIVERSAL (El Padre Creador). Conocemos y creemos en las palabras de Cristo “YO SOY EL CAMINO Y LA LUZ, Y NADIE LLEGA AL PADRE SINO ES ATRAVES DE MI”.-

Por otro lado hemos estudiado la historia de nuestra raza y también sabemos que las luchas por detentar esta clase de poder, han llevado a la humanidad a la muerte, persecución y destrucción de millones de mujeres, hombres y niños innecesariamente en aras de una creencia mal entendida “NADIE SUSTITUYE AL PADRE” en su relación con sus HIJOS, la gran mayoría de las creencias religiosas actuales tienen un origen común y por tanto sabemos que fueron necesarias en la evolución de la conciencia del hombre y de hecho las respetamos a todas.

En el futuro ellas tendrán la misión de enseñarnos, de mantener vigente el verdadero mensaje DIVINO, de preservar la cultura y ayudaran en la EDUCACION de la humanidad sobre los grandes PILARES del mensaje Divino. Pero hoy la transición a la verdadera religión será difícil, el cambio será gradual e irreversible cuando la conciencia humana descubra su verdadera filiación con el DIOS ETERNO y comprenda que nadie “NI AQUÍ EN NUESTRO MUNDO, NI ALLA EN EL MUNDO ESPIRITUAL NECESITA INTERMEDIARIOS PARA CONVERSAR, O TRATAR SUS PROBLEMAS CON SU PADRE ESPIRITUAL”.-

Que lo Disfruten:
EWY.

Comprenderemos mejor su vida, si conocemos sus metas y las limitaciones que él mismo se impuso:

Como ya les he explicado nuestro Soberano y Padre Creador (Jesús – el Cristo) debía vivir una vida entera como cada una de las criaturas por él creadas (lo que se conoce como auto donación o autootorgamiento), a fin de obtener de puro derecho la soberanía de su basto universo. No era necesario que así se hiciera ya que Jesús ciertamente era nuestro Padre Creador, sin embargo él buscaba actuar en coordinación con la Trinidad Paradisíaca y en cada una de sus donaciones previas cumplió ampliamente con las metas establecidas adquiriendo con ello la real representación de la Divinidad Trinitaria.

En su última donación como ser mortal y ascendentes de los mundos materiales (es decir como hombre), tomo como meta superior la asociación con el Padre Universal. Se sometió plenamente al cumplimiento mas acabado de su voluntad y a demostrar la fe siega y confianza suprema que toda criatura debe tener en el Padre Universal.

Nota:
No seguiré desarrollando este tema pues merece ser leído con detenimiento, para quienes estén interesados en las razones de la auto donación les recomiendo el Documento Nro 120 en http://www.urantia.org/spanish/es_docs/doc120.html

Sin embargo es necesario antes de comenzar con la siguiente narración, hacer una pequeña aclaración. Si bien pido disculpas a EMANUEL por haber resumido algunas partecitas de lo que sigue por cuestiones de espacio y claridad, es muy importante para el lector conocer a fondo sus concejos y admoniciones, ya que ellos serán fundamentales para comprender la decisión que Jesús hace en el desierto en aquellos memorables cuarenta días antes de iniciar su vida Publica.

Aquí esta el punto exacto para comprender su vida y sus enseñanzas, para entender también porque jamás se caso, tuvo hijos ni formo pareja con Maria Magdalena como pretende sugerir el Códice Da Vinci. Estos consejos y las decisiones posteriores que tomo Jesús, nos dirán claramente porque el Maestro jamás camino sobre las aguas o porque se rehusaba a hacer milagros o la razón por la cual eligió no ser el Mesías esperado por los Hebreos.

Este es el comienzo de su gran aventura humana y es la llave para entender su misión, por ello vale la pena leer y detenernos un poco en estos conceptos, antes de entrar de lleno en los hechos que narran su nacimiento.

Antes de hacer efectiva su venida a nuestro mundo, su hermano Paradisíaco Emanuel, en asociación con el Padre Universal a quien representaba y aunque tampoco era necesario le dio ciertos consejos, pues Jesús se había embarcado en un programa de revelación del Supremo que comprendía la función cooperativa con las diversas voluntades de las Deidades del Paraíso para la concreción del Plan establecido.

Dichos consejos podrían resumirse así:

1. Crecerás en Urantia como hijo del reino, completarás tu educación humana (en todo momento sujeto a la voluntad de tu Padre del Paraíso) y vivirás tu vida en la tierra como lo determinaste, terminarás tu estadía planetaria, te prepararás para la ascensión a tu Padre y de sus manos recibirás la soberanía suprema de tu universo.

2. Una vez que te vayas volviendo consciente de tu identidad divina, deberás encargarte de terminar técnicamente la rebelión de Lucifer, y hacerlo como el Hijo del Hombre; así, como criatura mortal del reino, que en su debilidad es hecho poderoso por la fe y sumisión a la voluntad de tu Padre, te sugiero que lleves a cabo con donaire la acción que repetidamente te negaste a realizar arbitrariamente por poder y fuerza. Sería digno broche final de tu autootorgamiento como mortal, como hombre mortal, el más humilde de las criaturas inteligentes, ¡enfrenta y adjudica las pretensiones blasfémicas de Cáligastía y Lucifer, y en ese tu humilde estado voluntario, terminar para siempre las falsedades vergonzosas de estos Hijos caídos de la luz! Y así todo tu universo podrá reconocer claramente y para siempre la justicia y honestidad de tus acciones porque verá que decidiste tomar estas medidas en tu vida mortal, puesto que tu misericordia no te permitía tomarlas arbitrariamente desde una posición de poder y autoridad.

3. Cuando hayas triunfado en terminar la secesión en la Tierra, como indudablemente lo harás, te aconsejo que aceptes de Gabriel el título de `Príncipe Planetario de la Tierra (Urantia)’ como reconocimiento eterno de tu universo por tu experiencia final de auto otorgamiento; y que además tomes las medidas necesarias, para compensar por el dolor y la confusión causados en ella por la traición de Cáligastía y la subsiguiente falta adánica.

4. De acuerdo con tu solicitud, Gabriel y todas las partes interesadas cooperarán contigo en realizar tu deseo expresado de que tu autootorgamiento en la Tierra (Urantia) culmine en el pronunciamiento de un juicio dispensacional del reino, acompañado por la terminación de una era, la resurrección de los mortales sobrevivientes durmientes y el establecimiento de la dispensación del otorgamiento del Espíritu de la Verdad.

5. En cuanto al planeta de tu autootorgamiento y a la generación de hombres contemporánea a tu estadía mortal, te aconsejo que actúes mayormente en función de maestro. Presta atención, en primer lugar, a la liberación e inspiración de la naturaleza espiritual del hombre. Ilumina luego la oscuridad intelectual del hombre, cura las almas de los hombres, y emancipa sus mentes de los viejos temores. Atiende también, según tu sabiduría mortal, al bienestar físico y a la comodidad material de tus hermanos en la carne. Vive una vida religiosa ideal para inspiración y edificación de todo tu universo.

6. En el planeta de tu autootorgamiento, libera al espíritu del hombre segregado por la rebelión. En la Tierra (Urantia), haz una contribución más a la soberanía del Supremo, para que dicha soberanía abarque todos los vastos dominios de tu creación personal. En este, tu autootorgamiento material en semejanza de carne, experimentarás el esclarecimiento final de un Creador espacio-temporal, la doble experiencia del trabajo dentro de la naturaleza del hombre, con la voluntad de tu Padre Paradisíaco. En tu vida temporal la voluntad de la criatura finita y la voluntad del Creador infinito deberán llegar a ser una sola así como se están uniendo en la Deidad evolutiva del Ser Supremo. Derrama sobre el planeta de tu autootorgamiento el Espíritu de la Verdad para que todos los mortales normales de esa aislada esfera se vuelvan inmediata y enteramente accesibles al ministerio de la presencia segregada de nuestro Padre del Paraíso, los Ajustadores del Pensamiento.

7. En todas tus acciones en el mundo de tu autootorgamiento, ten presente que estás viviendo una vida para instrucción y edificación de tu entero universo. Estás otorgando esta vida de encarnación mortal a la Tierra (Urantia), pero debes vivir dicha vida para la inspiración espiritual de toda inteligencia humana y superhumana que vivió, ahora existe, o podrá aún vivir en cada uno de los mundos habitados que haya formado parte en el pasado, forme ahora o pueda formar parte en el futuro de la vasta galaxia de tu dominio administrativo. Tu vida terrestre en semejanza de carne mortal no será vivida para ejemplo de los mortales de la Tierra (Urantia) durante los días de tu residencia ni tampoco para cualquier generación subsiguiente de seres humanos en ella o de cualquier otro mundo. Más bien, tu vida terrestre (urantiana) en la carne será la inspiración para todos los seres de todos los mundos y por todas las generaciones en tiempos por venir.

8. La gran misión de tu encarnación mortal que realizaréis y experimentaréis, se incluye en tu decisión de vivir una vida totalmente dedicada a hacer la voluntad de tu Padre del Paraíso, o sea revelar a Dios, tu Padre, en la carne y especialmente a las criaturas de carne. Al mismo tiempo también interpretaras, con mayor acrecentamiento, a nuestro Padre a los seres supermortales de todo el universo. Juntamente con este ministerio de nueva revelación e interpretación aumentada del Padre del Paraíso para las mentes humanas y las mentes de tipo superhumano, también funcionarás de tal manera que harás una nueva revelación del hombre a Dios. Ilustra con tu corta vida en la carne, como nunca antes se había visto en nuestro universo (Nebadon), las posibilidades trascendentes que puede alcanzar un humano conocedor de Dios durante su corta carrera de existencia mortal, e interpreta ahora y para siempre en forma novedosa y esclarecedora a todas las inteligencias superhumanas de Nebadon al hombre y sus vicisitudes de su vida planetaria. Descenderás a la Tierra (Urantia) en semejanza de carne mortal, y viviendo la vida de un hombre de tu tiempo y generación, actuarás de tal manera que ilustrarás para todo tu universo el ideal, una técnica perfeccionada en el compromiso supremo de los asuntos de tu vasta creación: el logro de Dios que, buscando al hombre, lo encuentra y el fenómeno del hombre que, buscando a Dios lo encuentra; y lo harás para satisfacción mutua y lo harás en el corto período de vida mortal en la carne.

9. Te recomiendo que recuerdes siempre que, aunque de hecho llegarás a ser un hombre del reino, común y corriente, potencialmente seguirás siendo un Hijo Creador del Padre del Paraíso. Durante esta encarnación, aunque vivirás y actuarás como Hijo del Hombre, los atributos creadores de tu divinidad personal te seguirán a la Tierra (Urantia). En todo momento después de la llegada de tu Ajustador del Pensamiento podrás dar por terminada tu encarnación mediante un acto volitivo. Antes de la llegada y recepción del Ajustador yo garantizo la integridad de tu personalidad. Pero después de la llegada de tu Ajustador y a medida que vayas reconociendo progresivamente la naturaleza e importancia de tu misión auto otorgadora, deberás abstenerte de usar tu volición superhumana o poderes para alcanzar objetivos determinados, en vista de que tus prerrogativas creadoras permanecerán asociados con tu personalidad mortal porque estos atributos son inseparables de tu presencia personal. Pero no habrá ninguna repercusión superhumana en tu carrera terrestre aparte de la voluntad del Padre del Paraíso, a menos que tú, mediante un acto volitivo consciente y deliberado, tomes una decisión cabal que terminaría en una elección por la personalidad total.

LAS ADMONICIONES ADICIONALES:

Y ahora, hermano mío, al despedirme de ti antes de tu partida a la Tierra (Urantia) habiéndote aleccionado sobre la conducta general de tu autootorgamiento, déjame trasmitirte algunas admoniciones, fruto de conversaciones con Gabriel, que se refieren a ciertos aspectos menores de tu vida mortal.

1. Que, en la búsqueda del ideal de tu vida mortal terrestre, también deberás dar alguna atención a la realización y ejemplificación de algunas cosas prácticas e inmediatamente beneficiosas para tus hermanos mortales.

2. En cuanto a las relaciones familiares, dad prioridad a las costumbres aceptadas de la vida familiar que encuentres establecidas en el tiempo y la generación de tu autootorgamiento. Vive tu vida familiar y comunitaria de acuerdo con las prácticas del pueblo en el que has elegido aparecer.

3. En tus relaciones con el orden social te aconsejamos que limites tus esfuerzos mayormente a la regeneración espiritual y a la emancipación intelectual. Evita todo embrollo con la estructura económica y los compromisos políticos de tu tiempo. Más específicamente, dedícate a vivir la vida religiosa ideal en la Tierra (Urantia).

4. Bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en los detalles menos importantes, deberás interferir en la evolución normal, ordenada y progresiva de las razas de la Tierra. Sin embargo, esta prohibición no debe ser interpretada como una limitación en tus esfuerzos por dejar detrás tuyo en la Tierra un sistema duradero y mejorado de ética religiosa positiva. Como Hijo dispensacional tienes ciertos privilegios para mejorar el estado espiritual y religioso de los pueblos del mundo.

5. Si lo consideras conveniente, podrás identificarte con movimientos religiosos y espirituales como puedan encontrarse en Urantia, pero evita a toda manera el establecimiento formal de un culto organizado, de una religión cristalizada o de una agrupación ética segregada de seres mortales. Tu vida y tus enseñanzas están destinadas a ser patrimonio común de todas las religiones y de todos los pueblos.

6. Para que no contribuyas innecesariamente a la creación de sistemas subsiguientes estereotipados de creencias religiosas en Urantia o a la formación de otros tipos poco progresivos de lealtades religiosas, te aconsejamos además que no dejes documentos escritos de tu paso por el planeta. No escribas en materiales permanentes; pide encarecidamente a tus asociados que no hagan imágenes ni retratos de ti. Asegúrate antes de tu partida de que no quede nada potencialmente idólatra de tu paso por la tierra.

7. Aunque vivirás una vida normal y socialmente común y corriente del planeta, siendo un individuo normal del sexo masculino, posiblemente no entrarás en relaciones matrimoniales, las cuales sin embargo serían totalmente honorables y compatibles con tu autootorgamiento; pero debo recordarte que uno de los mandatos relativos a la encarnación prohíbe que un Hijo de origen del Paraíso deje descendencia humana en cualquier planeta de autootorgamiento.

8. Para todos los demás detalles de tu autootorgamiento te encomendamos a la dirección de tu Ajustador residente, a las enseñanzas del espíritu divino siempre presente que guía a los seres humanos, y al juicio y la razón de tu mente humana cada vez más amplia, de dotación hereditaria. Esta asociación de atributos de criatura y Creador te permitirá vivir para nuestra edificación la vida perfecta del hombre en las esferas planetarias; no necesariamente considerada perfecta por un hombre en particular de una generación específica en un mundo determinado (menos aun en Urantia), sino total y supremamente colmada, como es evaluada en los mundos más altamente perfeccionados y en vía de perfección de tu vasto universo.

En Tiempos del Nacimiento de Jesús:

Las condiciones al tiempo del nacimiento de Jesús se pueden resumir de la siguiente manera:

– Sociales

No se había visto ni antes ni después nada que se parezca a la civilización de los tiempos de Jesús, ya que contaba con una influencia extraordinaria:

1. El sistema político y social romano.
2. La cultura y el idioma griegos así como, hasta cierto punto, la filosofía griega.
3. La influencia en rápida expansión de las enseñanzas religiosas y morales de los judíos.

– El Pueblo Judío - Razones de su elección:

Al contrario de lo que dice la creencia popular, el pueblo Hebreo no fue seleccionado por ser los hijos de Dios, la raza predilecta o por ser los Hijos de Abraham legítimos herederos del Dios Padre. Aquellos que hayan leído la Biblia recordaran las palabras de Jesús “Vosotros os llamáis Hijos de Dios, porque decís que sois hijos de Abraham, mas aseguro que Dios puede sacar Hijos de Abraham de entre medio de estas piedras…..”.

Sin embargo, en cierta medida el pueblo Hebreo fue elegido, durante la primera parte del primer siglo después de Cristo, los judíos eran el grupo más influyente entre las gentes semitas, y ocupaban una posición geográfica particularmente estratégica en el mundo tal como estaba, por ese entonces, gobernado y organizado para el comercio.
Palestina se convirtió en el cruce de tres continentes y por ella pasaron los viajeros, comerciantes y ejércitos de Babilonia, Asiría, Egipto, Grecia y Roma. Grecia proveyó el idioma y la cultura, Roma construyo las carreteras y unifico un imperio, mientras que el pueblo Judío, el que tenía más de doscientas sinagogas y comunidades a lo largo y ancho del mundo Romano, proporciono los centros culturales que fueron los primeros en recibir el nuevo evangelio del reino de los cielos.

Cada sinagoga hebrea toleraba a un grupo marginado de creyentes gentiles, devotos o temerosos de Dios, y fue precisamente en este grupo marginado en donde Pablo de Tarso (El Apóstol Pablo) logro la mayor parte de conversos al cristianismo.

Hubo además otras razones de peso que no son muy conocidas pero que a la sazón resultaron ser fundamentales, en principio Jesús necesitaba un pueblo cuyas creencias se acercaran un poco a la realidad, para de esta forma poder presentar al Padre Universal. Mal podría haber elegido a los Romanos, Griegos o Egipcios los que de hecho eran politeístas y tenían muchos Dioses a quienes rendían culto.

El pueblo Hebreo adoraba a Yahvé, eran monoteístas y su doctrina aunque un poco equivocada les había preparado para aceptar con mayor naturalidad la existencia de un Dios Único y a la clase de mensaje que el debía entregar a la Humanidad.

No menos importante fue la misión social de Jesús quien deseaba conocer a la mayor cantidad de tipos diferentes de seres humanos. Palestina era sin dudas, el lugar más correcto, su calidad de cruce de tres continentes y centro comercial neurálgico le proporciono innumerables oportunidades de mezclarse con sus hijos terrestres, de aprender sus culturas y de descubrir sus necesidades.

Por ultimo, debemos considerar el aspecto educativo, casi todos los pueblos de la época de Jesús carecían de una buena educación a menos que se tuviera un alto poder económico y social. El pueblo Hebreo por razones netamente religiosas obligaba a todo varón nacido a leer y escribir pues los oficios religiosos requerían la lectura de la Tora, esto permitiría al Maestro tener acceso a la cultura de nuestro mundo y adquirir una mejor manera de comunicar su mensaje.

La elección de Maria y de José:

En este aspecto, debemos hacer un detenido análisis a fin de entender los motivos de la elección. Lejos están los mismos de lo que siempre hemos supuesto y por esta razón es necesario ir paso a paso ya que al no hacerlo podríamos perder la objetividad de los hechos.

La vida de Maria la madre humana del Maestro es cara a los intereses Cristianos y fundamentalmente para la comunidad Católica, por lo que se hace necesario comprender que muchas de las creencias que tenemos sobre ella fueron bellamente adornadas por los apóstoles para cumplir con una misión especifica, pero ello no significa que todo los relatos se ajusten plenamente a la realidad.

Existen algunas diferencias y esto es debido a la naturaleza divina de Jesús y la misión por la que vino a nuestro mundo. Es difícil para nosotros en esta época comprender cabalmente sus objetivos, por lo que no resulta raro el suponer el grado de desconcierto que tuvieron Maria y los Apóstoles y las dificultades que estos nobles hombres y mujeres tuvieron que enfrentar cuando se encontraron solos, sin su guía para llevar adelante su destino de embajadores del Reino de Dios en la Tierra.

Las circunstancias de la elección:

Después de estudiar un informe especial sobre el estado de los mundos segregados, preparado por los Melquisedek, con el asesoramiento de Gabriel, Jesús finalmente seleccionó a la Tierra (Urantia) como el planeta en donde ejecutaría su último autootorgamiento. Posteriormente a esta decisión Gabriel visitó personalmente la Tierra y como resultado de su estudio de los grupos humanos y de realizar una encuesta sobre las características espirituales, intelectuales, raciales y geográficas del mundo y de sus gentes, decidió que los hebreos reunían aquellas relativas ventajas que justificaban la selección de esta raza como la raza del autootorgamiento.

Cuando Jesús aprobó esta decisión, Gabriel nombró y envió a la tierra la Comisión de Familia de los Doce seleccionada entre las órdenes más altas de las personalidades del universo con el encargo específico de investigar la vida familiar judía. Al finalizar esta comisión su tarea, Gabriel se encontraba en la Tierra y recibió el informe nominando a tres posibles parejas, que en la opinión de la comisión, eran igualmente favorables como familias del autootorgamiento para la proyectada encarnación de Jesús.

De las tres parejas nominadas, Gabriel personalmente seleccionó entre ellas a José y María. Posteriormente compareció ante María, dándole la grata nueva de que ella había sido seleccionada para ser la madre terrenal del niño de la Promesa.

José (Josué Ben José):

José, el padre humano de Jesús (Josué ben José) era un hebreo entre los hebreos, aunque llevara muchos rasgos raciales no judíos que habían sido agregados a su árbol genealógico de vez en cuando por las líneas femeninas de sus progenitores. Las raíces del padre de Jesús se remontaban a los días de Abraham, y por intermedio de ese venerable patriarca, a los Sumerios y Noditas y, a través de las tribus sureñas del antiguo hombre azul, hasta Andón y Fonta.

David y Salomón no se encontraban en la línea directa de descendencia de José, ni tampoco se remontaba el origen de José directamente a Adán. Los antepasados inmediatos de José eran obreros: constructores, carpinteros, albañiles y herreros. José mismo era carpintero, y posteriormente contratista. Su familia pertenecía a una larga e ilustre nobleza de la gente común, apareciendo de cuando en cuando personalidades destacadas, cuya actuación se había distinguido durante la evolución de la religión en la Tierra (Urantia).

Maria:

María, la madre terrenal de Jesús, descendía de una larga línea de inimitables antepasados que comprendía muchas de las mujeres más notables de la historia racial de la Tierra. Aunque María era una mujer promedio de su tiempo y generación, con un temperamento relativamente normal, contaba entre sus antepasados a mujeres muy bien conocidas tales como Annón, Támar, Ruth, Betsabé, Ansie, Cloa, Eva, Enta y Ratta.

No había en aquel tiempo otra mujer judía con una genealogía más ilustre de progenitores comunes y corrientes, o una que se remontara a los más auspiciosos comienzos. Tanto los antepasados de María como los de José habían sido de temperamento fuerte pero común dando de vez en cuando numerosas personalidades destacadas en la marcha de la civilización y la evolución progresiva de la religión.

Desde un punto de vista racial, no es plenamente apropiado considerar a María como judía. Era judía por cultura y creencias, pero en dote hereditaria era más bien una combinación de razas, a saber: Siria, Hitita, Fenicia, Griega y Egipcia, o sea que su herencia racial era más heterogénea que la de José.

De todas las parejas que vivían en Palestina en el tiempo del proyectado autootorgamiento de Jesús, José y María poseían la combinación más ideal de vastos vínculos raciales y promedio elevado de dotes de personalidad. Era el plan de Jesús aparecer en la tierra como un hombre común, para que las gentes comunes pudieran comprenderlo y recibirlo; por esto Gabriel seleccionó a personas tales como José y María para ser sus padres.

Corresponde aquí hacer una oportuna aclaración:

Antes de proseguir es necesario poner de manifiestos que el Libro de Urantia toca ciertos aspectos desprovistos del ropaje de la tradición y de lo que considera fantasía. Lo que nosotros conocemos de estos acontecimientos, es que Maria prometida a José recibe la visita de Gabriel, quien le anuncia que ella concebirá y dará luz a un Hijo por obra y gracias del Espíritu Santo y que por este hecho, José duda de tomarla en matrimonio ya que no puede creer en este singular hecho milagroso.

Sin embargo, según el libro Maria fue prometida a José a la edad de 12 años como ocurría en esa época en toda familia normal judía, (las niñas eran prometidas por sus padres a un varón de su entero agrado y en acuerdo a arreglos familiares preexistentes). A la edad de 14 años cuando adquiere su mayoría de edad, Maria contrae matrimonio con José quien contaba con 21 años y ya siendo estos pareja es decir marido y mujer, se produce la concepción de Jesús, la cual es enteramente normal y propio de lo que ha sido establecido para los mundos materiales, nada extraordinario o milagroso se produce en su concepción salvo la anunciación que el Arcángel Gabriel le hace sobre la naturaleza Divina del fruto que llevaba en su vientre.

Aunque parezca mentira, la afirmación es consustancial con la línea de pensamiento ya expresada a lo largo del Libro. Como vimos uno de los pecados de Lucifer fue intentar trastocar las leyes naturales establecidas por Jesús para los mundos materiales, modificándolas a fin de que sirvieran a sus intereses. Jesús se niega a combatir el mal con el mal mismo, por ello a lo largo de su vida en la tierra no usara sus dotes de Padre Creador para torcer lo que debe ser y opta por respetar las leyes naturales existentes teniendo un nacimiento enteramente normal.

Vemos esto en los consejos y admoniciones de Emanuel:

“Pero no habrá ninguna repercusión superhumana en tu carrera terrestre aparte de la voluntad del Padre del Paraíso, a menos que tú, mediante un acto volitivo consciente y deliberado, tomes una decisión cabal que terminaría en una elección por la personalidad total (es decir cuando su voluntad se haga una con la del Padre Universal y ambas voluntades actúen en armonía).”

“Bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en los detalles menos importantes, deberás interferir en la evolución normal, ordenada y progresiva de las razas de la Tierra”

Queda claro entonces para los lectores del LU, que la duda de José lejos de ser sobre la paternidad de su hijo (Jesús), fue más bien sobre el estado de salud mental de su joven esposa. Ella como dije contaba con 14 años y José con 21 y para él no dejaba de ser preocupante el hecho de la aparición de un ser luminoso que le dijera a su joven esposa que su hijo era un ser con dotes Divinas.

José no podía entender como era posible que de una pareja humana común, pudiera nacer un ser tan especial y su duda persistió hasta la aparición en sueños del Arcángel Gabriel y la confirmación del embarazo de la prima de Maria, Elizabeth.

La anunciación a Elizabeth:

En verdad el trabajo de Jesús en la tierra fue comenzado por Juan Bautista. Zacarías, el padre de Juan, era un sacerdote judío, y su madre Elizabeth pertenecía a la rama más próspera del mismo amplio grupo familiar de María, la madre de Jesús. Zacarías y Elizabeth, aunque casados por muchos años, no tenían hijos.
A fines del mes de junio del año 8 a. de J.C., unos tres meses después de los esponsales de José y María, Gabriel apareció al mediodía ante Elizabeth, tal como más tarde se presentaría ante María, y dijo Gabriel:

«Mientras tu marido Zacarías oficia ante el altar en Jerusalén, y mientras el pueblo reunido ora por la llegada del liberador, yo, Gabriel, he venido para anunciarte que pronto tendrás un hijo, quien será el precursor del maestro divino, y que tú lo llamarás a tu hijo Juan. Crecerá dedicado al Señor tu Dios, y cuando llegue a la madurez, alegrará tu corazón porque llevará muchas almas a Dios, y también proclamará el advenimiento del sanador de almas de tu pueblo, y el libertador del espíritu de la humanidad entera. Tu parienta María será la madre de este hijo de promesa, y yo también me apareceré ante ella.»

Esta visión aterrorizó mucho a Elizabeth. Después de la partida de Gabriel, le dio vueltas y más vueltas a esta experiencia en su cabeza, reflexionando detenidamente sobre las palabras de este majestuoso visitante. Pero no mencionó nada a nadie, sino a su marido, hasta principios de febrero del año siguiente, fecha en que visitó a María.
Gabriel hizo su aparición ante María a mediados de noviembre del año 8 a. de J.C., mientras ella estaba trabajando en su casa de Nazaret. Más adelante, cuando María supo sin lugar a dudas que iba a ser madre, persuadió a José que le permitiera viajar a la Ciudad de Judá, más de seis kilómetros en las colinas al oeste de Jerusalén, para visitar a Elizabeth.

Gabriel había informado a cada una de estas futuras madres de su aparición ante la otra. Naturalmente deseaban encontrarse, comparar sus experiencias y hablar del futuro de sus hijos. María permaneció con ésta, su prima lejana por tres semanas. Mucho hizo Elizabeth para fortalecer la fe de María en la visión de Gabriel, de modo que ésta regresó al hogar más plenamente dedicada a su misión futura de madre del hijo de destino, a quien muy pronto daría a luz, presentándole al mundo un bebé indefenso, como cualquier otro, común y normal del reino.

Juan nació en la Ciudad de Judá el 25 de marzo del año 7 a. de J.C. Zacarías y Elizabeth tuvieron un gran regocijo con la llegada del hijo tal como Gabriel había prometido. Al octavo día, cuando presentaron al niño para la circuncisión, lo llamaron formalmente Juan así como se les había mandado. Un sobrino de Zacarías ya había partido para Nazaret, para entregar a María el recado de Elizabeth, la buena nueva del nacimiento de un hijo cuyo nombre sería Juan.

La anunciación a Maria:

Cierta tarde al ponerse el sol, antes de que José hubiera regresado al hogar, Gabriel apareció ante María junto a una mesa baja de piedra y, una vez que ella recobró su compostura, díjole: «Vengo a instancias de mi Maestro, a quien tu amarás y nutrirás. A ti María, te traigo gratas nuevas al anunciarte que la concepción dentro de ti es mandato del cielo, y en el momento propicio serás la madre de un hijo; lo llamarás Josué (Jesús), y él inaugurará el reino del cielo en la tierra y entre los hombres. No menciones esto a nadie excepto a José y a Elizabeth, tu parienta, ante quien también he aparecido, y quien pronto dará a luz un hijo cuyo nombre será Juan, y quien preparará el camino para el mensaje de liberación que tu hijo sabrá proclamar con gran fuerza y profunda convicción a todos los hombres. Y no dudéis de mi palabra María, pues éste es el hogar que se escogió como morada mortal del hijo de destino. Mi bendición te acompaña, el poder de los Altísimos te fortalecerá y el Señor de toda la tierra te cobijará.
Durante muchas semanas María guardó el secreto en su corazón, reflexionando a solas sobre esta visitación; hasta que estuvo segura de que estaba encinta. Sólo entonces se atrevió a revelar estos acontecimientos inusitados a su marido. Al escuchar José este relato, aunque confiaba plenamente en María, quedó muy preocupado y perdió el sueño durante muchas noches.

Primero dudaba la visitación de Gabriel. Eventualmente, cuando se persuadió casi totalmente de que María había realmente oído la voz y contemplado la forma del mensajero divino, su mente se vio convulsionada al reflexionar sobre cómo podían ocurrir tales cosas. ¿Cómo era posible que un hijo de seres humanos fuera un hijo de destino divino? José no podía reconciliar estas ideas contradictorias hasta que, después de varias semanas de reflexión, tanto él como María llegaron a la conclusión de que habían sido elegidos como padres del Mesías, aunque el concepto judío no presuponía que el liberador esperado fuera de naturaleza divina. Al llegar a esta conclusión importantísima, María se apresuró a ir a visitar a Elizabeth.
En el viaje de vuelta, María visitó a sus padres, Joaquín y Ana. Sus dos hermanos, sus dos hermanas y sus padres consideraban con escepticismo la misión divina de Jesús, aunque por supuesto en ese entonces nada sabían de la visitación de Gabriel. Pero María sí le confió a su hermana Salomé que creía que su hijo estaba destinado a ser un gran maestro.

La anunciación de Gabriel a María ocurrió al día siguiente de la concepción de Jesús y constituyó el único acontecimiento de naturaleza supernatural del embarazo y alumbramiento del hijo prometido.

El viaje a Belén:

En el mes de marzo del año 8 a. de J.C. (el mes en que José y María se casaron) César Augusto decretó que todos los habitantes del Imperio Romano debían ser contados, que se realizaría un censo para mejorar el sistema de impuestos. Los judíos siempre estuvieron en contra de los intentos de «contar a la gente»; este hecho sumado a las graves dificultades internas del gobierno de Herodes, rey de Judea, había conspirado para ocasionar el aplazamiento del censo en el reino judío por un año. En todo el Imperio Romano este censo se realizó en el año 8 a. de J.C., pero en el reino palestino de Herodes ocurrió un año más tarde, el año 7 a. de J.C.

No era necesario que María fuera a Belén para registrarse, pues José tenía autorización para registrar a toda su familia, pero María, siendo una persona enérgica y que amaba la aventura, insistió en acompañarle. Temía quedarse sola por si el niño nacía durante la ausencia de José, y puesto que Belén no estaba lejos de la Ciudad de Judá, María anticipaba una posible visita agradable a su parienta Elizabeth.

José prácticamente prohibió a María que lo acompañara, pero no sirvió de nada; María preparó alimentos para los dos, suficientes para tres o cuatro días, aprontándose para el viaje. Pero antes de partir ya José se había reconciliado con la idea de que María lo acompañara, y al alba partieron alegremente de Nazaret.

María y José eran pobres, y puesto que tenían un solo animal de carga, María, que estaba encinta, cabalgaba el animal con las provisiones mientras que José caminaba conduciendo a la bestia. El construir y amueblar la casa había sido un gasto grande para José quien también tenía que contribuir para mantener a sus padres, puesto que su padre había sido incapacitado poco tiempo antes. Así partió esta pareja judía de su humilde hogar una mañana temprana, el 18 de agosto del año 7 a. de J.C. en dirección a Belén.
El primer día de viaje los llevó al pie del Monte Gilboa, donde acamparon durante la noche junto al río Jordán, conversando largamente de qué clase de hijo les nacería; José lo veía como maestro espiritual y María como un Mesías judío, un liberador de la nación hebrea.

Bien temprano a la mañana siguiente del 19 de agosto, José y María reanudaron su viaje. Tomaron su almuerzo al pie del Monte Sartaba que domina el valle jordano, y prosiguieron su viaje, llegando por la noche a Jericó, donde se alojaron en una posada del camino en las afueras de la ciudad. Después de la cena y las conversaciones sobre la opresión practicada por el gobierno romano, Herodes, el censo, y la influencia comparativa de Jerusalén y Alejandría como centros de conocimiento y cultura judíos, los viajeros nazarenos se retiraron para descansar. Muy temprano por la mañana del 20 de agosto reanudaron su viaje, llegando a Jerusalén antes del medio día; allí visitaron el templo y luego siguieron camino hacia su destino, llegando a Belén a media tarde.

La posada estaba repleta, y José buscó alojarse con parientes lejanos, pero todos los cuartos en Belén estaban totalmente ocupados a capacidad. Al volver al patio de la posada, le informaron que los establos para las caravanas, labrados en los lados de la roca y situados justo por debajo de la hostería, habían sido vaciados y limpiados para alojar viajeros. Habiendo dejado el burro en el patio, José cargó con las bolsas de indumentos y provisiones y descendió con María los escalones de piedra hasta su alojamiento. Se encontraron ubicados en lo que había sido un cuarto para almacenar granos frente a los establos y a los pesebres de los animales. Habían colgado cortinas de lona, y ellos se consideraron afortunados de haber conseguido un alojamiento tan cómodo.

José había pensado salir inmediatamente para registrarse, pero María estaba cansada; se sentía mal y le rogó que permaneciera a su lado, a lo cual él accedió.

El Nacimiento de Jesús:

Durante toda esa noche María estaba inquieta, de manera que ninguno de los dos durmió mucho. Al alba los dolores de parto ya se habían evidenciado, y al mediodía del 21 de agosto del año 7 a. de J.C., con la ayuda tierna de otras viajeras, María dio a luz un niño varón. Jesús de Nazaret había nacido en el mundo, se le envolvió en ropas que María había traído por precaución, y se le puso en el pesebre cercano.

Así nació el niño prometido; es decir, de misma manera que todos los niños que antes y desde entonces han llegado al mundo. Y al octavo día de su nacimiento y de acuerdo con la práctica judía, fue circuncidado y se le llamó formalmente Josué (Jesús).

Al día siguiente del nacimiento de Jesús, José fue a registrarse. Se encontró con un hombre con el que ellos habían conversado dos noches antes en Jericó, y éste lo llevó a ver a un amigo rico de él, y éste tenía una habitación en la posada, y dijo que con placer intercambiaría las habitaciones con la pareja de Nazaret. Esa misma tarde se mudaron a la posada, donde permanecieron casi tres semanas hasta que consiguieron hospedaje en la casa de un pariente lejano de José.

Los Reyes Magos:

Ese mediodía en que naciera Jesús, los serafines de Urantia, reunidos bajo sus directores, verdaderamente cantaron himnos de gloria sobre el pesebre de Belén, pero estos cantos de gloria no fueron detectados por oídos humanos.

No hubo pastores ni otras criaturas mortales que vinieran a rendir homenaje al niño de Belén hasta el día de la llegada de ciertos sacerdotes de Ur, que habían sido enviados desde Jerusalén por Zacarías.

A estos sacerdotes provenientes de la Mesopotamia, se les fue contado tiempo atrás por un extraño maestro religioso de su país, que él había tenido un sueño en el cual se le informaba que la «luz de la vida» estaba a punto de aparecer sobre la tierra en forma de niño, en el pueblo judío. Los tres sacerdotes partieron pues en búsqueda de esta «luz de la vida». Después de muchas semanas de búsqueda infructuosa en Jerusalén, estaban por volverse a Ur cuando conocieron a Zacarías, quien les trasmitió su creencia de que Jesús era el objeto de su búsqueda y los envió a Belén, donde encontraron al niño y dejaron ofrendas junto a María, su madre terrenal. El niño tenía casi tres semanas al tiempo de esta visita.

La estrella de Belén:

Ninguna estrella guió a estos hombres sabios a Belén. La hermosa leyenda de la estrella de Belén se originó de esta manera:
Jesús nació al mediodía del 21 de agosto del año 7 a. de J.C. El 29 de mayo del año 7 a. de J.C. hubo una extraordinaria conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis. Y es un hecho astronómico notable el que conjunciones similares ocurrieran el 29 de septiembre y el 5 de diciembre del mismo año.

Sobre la base de estos acontecimientos extraordinarios, pero totalmente naturales, los creyentes bien intencionados de las generaciones sucesivas construyeron la atractiva leyenda de la estrella de Belén y de los Reyes Magos adoradores conducidos por la estrella al pesebre para contemplar y adorar al recién nacido.
La mente oriental y del cercano Oriente se deleita en las fábulas, e inventa constantemente bellos mitos sobre la vida de sus dirigentes religiosos y de sus héroes políticos. En la ausencia de la imprenta, cuando la mayor parte del conocimiento humano se trasmitía oralmente de una generación a la otra, era muy fácil que los mitos se tornaran tradiciones y que las tradiciones finalmente se aceptaran como hechos.

El día de la Muerte de los inocentes:

Pero los espías de Herodes no estaban ociosos. Cuando le informaron acerca de la visita a Belén de los sacerdotes de Ur, Herodes mandó que estos caldeos aparecieran ante su presencia.

Los interrogó diligentemente a estos hombres sabios acerca del nuevo «rey de los judíos», pero le proporcionaron muy poca satisfacción, explicando que el niño había nacido de una mujer venida a Belén con su marido para registrarse en el censo.

Herodes, insatisfecho con esta respuesta, les despidió con una bolsa de dinero mandándoles que encontraran al niño, para que Herodes también pudiera adorarle, puesto que habían dicho que su reino sería espiritual y no temporal.

Pero como estos hombres sabios no regresaron, Herodes entró en sospecha. Mientras pensaba en estos hechos, volvieron sus espías y le dieron un informe completo sobre los recientes acontecimientos en el templo, trayéndole una copia de parte de la canción que Simeón había cantado en las ceremonias de redención de Jesús.

Pero no se les había ocurrido seguir a José y María. Herodes se enfadó con ellos cuando le dijeron que no sabían a dónde se había dirigido la pareja con el niño. Mandó que partieran espías para ubicar a José y María. Habiéndose enterado Zacarías y Elizabeth de que Herodes había mandado buscar a la familia de Nazaret, permanecieron alejados de Belén. Al mismo tiempo se ocultó al niño varón en la casa de unos parientes de José.
Como después de más de un año de búsqueda, los espías de Herodes aún no habían ubicado a Jesús; y puesto que se sospechaba que el niño todavía estaba oculto en Belén, Herodes ordenó una búsqueda sistemática en todas las casas de Belén, y el asesinato de todos los niños varones de menos de dos años de edad. Así Herodes pensaba asegurar la destrucción del que sería al crecer el «rey de los judíos». Así perecieron en un día dieciséis niños varones en Belén de Judea. La intriga y el asesinato eran acontecimientos comunes en la corte de Herodes, aun dentro de su familia inmediata.

La matanza de estos infantes ocurrió a mediados de octubre del año 6 a. de J.C., cuando Jesús tenía poco más de un año de edad. Pero había creyentes en la venida del Mesías aun entre los miembros de la corte de Herodes, y uno de ellos, al enterarse de la matanza de los niños de Belén, se puso en contacto con Zacarías quien a su vez despachó un mensajero a José; la noche antes de la masacre José y María salieron con el niño de Belén, camino a Alejandría en Egipto.

Para evitar atraer la atención, viajaron solos a Egipto con Jesús. Zacarías les dio el dinero necesario para ir a Alejandría, donde José trabajó de carpintero, María y Jesús se alojaron con parientes de la familia de José en buena situación económica. Así vivieron en Alejandría por dos años enteros, regresando a Belén tan sólo después de la muerte de Herodes.

Las ultimas aclaraciones Necesarias:

Es evidente que no pudo haberse pasado por alto al lector ciertos detalles importantes. En primer lugar y de acuerdo con las narraciones precedentes el lector podrá apreciar que el nacimiento de Jesús no fue precisamente lo que consideramos el año cero, sino que Jesús nació 7 años antes de lo supuesto.

El error estriba en que originalmente el único vestigio de un censo que se tenia era el producido por Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande. La ausencia de información al respecto hizo temer a los historiadores por un error en las narraciones del nuevo testamento. Sin embargo estos eran claros José, Maria y Jesús escaparon de Belén rumbo a Egipto hasta la muerte de Herodes el Grande y retornan a Palestina con el reinado de Herodes Antipas.

Hace poco años se descubrió en Roma los datos históricos que rebelan la orden de Cesar Augusto de efectuar el Censo en todas las provincias Romanas incluida Palestina, lo cual se fija durante el reinado de Herodes el Grande. Las narraciones del nuevo testamento se confirman. La muerte posterior de Herodes el Grande y Asunción al poder de Herodes Antipas permiten determinar que el censo romano efectivamente se llevo a cabo el año 7 A de JC.

Por lo expuesto nos encontramos transitando el año 2013/2014 después de JC y no el 2006/2007, si reconocemos básicamente que el año cero es el nacimiento de nuestro Señor Jesus.

Otro dato a considerar es:

Como convención hemos aceptado que Jesús nació el 25 de Diciembre sin embargo el LU establece que no fue esa la fecha real de su nacimiento sino el 21 de Agosto del año 7 antes de JC. Los estudiantes de derecho Romano, podrán recordar que el 25 de diciembre los romanos celebraban las Pandectas Romanas, una fiesta muy partícula en donde también se festejaba y rendía culto al Dios Júpiter.

En los primeros siglos de la cristiandad, Roma comienza a ser anexada al cristianismo y pronto se adopto el 25 de Diciembre como la fecha de festejo, no solamente de las Pandectas Romanas o del nacimiento de Júpiter, sino que se aprovecho estos eventos para celebrar el nacimiento de Jesús como una forma más de unificar las creencias sobre el Dios Único.

Los estudios bíblicos indican que es poco probable que la fecha de su nacimiento fuera realmente diciembre. Palestina en diciembre se encuentra en plena temporada de frió y no es común que los pastores se encuentren en el campo con el ganado, para esa época el ganado mas bien se encuentra a resguardo dentro de los establos.

Este pequeño detalle, hace suponer que ciertamente el LU dice la verdad cuando cita al mes de agosto como el mes del nacimiento, ya que el clima mas benigno coincide con la narración bíblica que sitúa a los pastores en el campo con el ganado y a los establos vacíos.

Por otro lado el numero 21 es si se quiere un numero cabalístico que bien podría representa a la trinidad, la suma de 2 + 1 da tres y según se dice cuando Jesús se dirigía a la gente empleaba los dedos de sus manos para indicar la relación directa del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.-

Sea como fuere los lectores del LU si bien festejan la navidad el 25 de Diciembre, el 21 de Agosto levantan en silencio sus copas, dando la bienvenida a Nuestro Padre Celestial.

Fue Largo y pido disculpas pero creo que valió la pena.
Saludos de Ewy y Felices Fiestas
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No hay Blancos o Negros únicamente, sino distintas tonalidades de Gris.
Me llaman el Hombre Gris del Sur – Un abrazo de Ewy.

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