Vampiros: no puedes encontrar aquello que no puedes ver.

A: Me gustaría conocer a algún vampiro ¿Conoces a alguno?B: Los vampiros no existen.A: Ya, lo sé. Pero si conocieras a alguno ¿me lo dirías?B: ¿Para qué querrías conocer a un vampiro?A: Jejeje, son geniales. Para ver si me gusta y entonces convertirme en uno.B: No tienes ni idea.A: Ya, bueno.B: Sólo buscas emociones fáciles.A: Me da igual. Quiero conocer a uno.B: De acuerdo. Lo tienes enfrente.A: Oh sí. Seguro, te lo notaba en la mirada.B: ¿Qué te hace pensar lo contrario?A: Que nos hemos visto de día, que no te crecen los colmillos, que eres un poco torpe y que no me atraes lo más mínimo.B: No sabrías diferenciar una quimera de la realidad. Pero era broma, ya lo sabías (ríe con denodada falsedad).A: Vale, eres un vampiro. ¿Has mordido muchos cuellos?B: ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Los vampiros lo hacen?A: Ya, bueno. Déjalo.B: ¿Dejar el qué?A: Nada.B: ¿Por qué no quieres hablar de ello?A: Porque estás en plan borde.B: Sólo estoy siendo sincero.A: Está bien. Dejémonos de tonterías. ¿Qué sabes de los vampiros?B: Ya te lo dije, que no existen.A: ¡Pero si has dicho que eras uno!B: Es posible.A: ¿Te estás quedando conmigo?B: Bueno, aceptaré la etiqueta. ¿Ahora qué?A: A ver... pues explícame por qué eres diferente de los demás vampiros. O de los vampiros de los libros.B: No hay ningúna razón para que sea como ellos. No se trata de ninguna enfermedad, puedo ser yo mismo.A: Ah... muy profundo. Y con eso quieres decir...B: Que si buscas clichés sólo encontraras fotografías de actores maquillados.A: (sonríe) Ya te pillo cara huevo.B: (sonríe levemente)A: ¿Cómo eres entonces?B: Eso es difícil de explicar. ¿Podrías ser más concreta?A: Vale. ¿Qué hay de diferente entre tú y yo, aparte de lo que ya sé?B: Si te lo digo te enfadarás conmigo.A: No, no. Te prometo que no me enfado.B: De acuerdo, pero no lograrás mantener tu promesa.A: Adelante.B: Tú estás intentando aliviar tu aburrimiento jugando conmigo a controlar la tensión sexual que vibra entre ambos. Yo estoy jugando a jugar a tu juego.A: ¿Que? No digas tonterías, te he dicho que no me atraes. Además, qué demonios tiene eso que ver con los vampiros.B: ¿Te has enfadado?A: Anda ya. Pues no tengo yo cosas más importantes que enfadarme contigo por tonterías.B: Sé que no te has enfadado, sólo te has sorprendido.A: (pausa) Bueno, ¿y eso qué significa? ¿qué tiene que ver con los vampiros?B: Pues es la parte más importante, más que volar, comer, convertirse en animal, controlar las mentes... En fin, todo eso qué imaginas.A: Cómo.B: Precisamente que nunca lo adivinarás, y aunque te lo esté diciendo no puedes verlo. No serás vampiro.A: ¿Es un acertijo? Sí que eres raro.B: (silencio)A: Aunque fuera cierto lo de la tensión sexual eso sólo significa que eres más inteligente que yo. Nada más.B: No es una cuestión de cantidad, en ese sentido tienes razón.A: ¿Y?B: [nombre], el vampiro no existe, es una quimera. Como mucho es una descripción mal puesta. Juegas a buscar algo que no existe, ese es tu juego. Pero aunque no exista hay seres que entienden tu búsqueda y saben lo que podrías encontrar porque esa esencia forma parte de su naturaleza.A: (pausa) Entonces... ¿eres medio vampiro?B: Sólo soy yo, ya me conoces. Pero el yo que conoces es el yo quimera de tu imaginación. Jamás verás lo que hay detrás aunque lo tengas delante.-(palabreo y gestoneo intrascendente para aliviar tensiones y confusiones)-A: Mira, me he perdido y se hace tarde. ¿Lo dejamos para otro día?B: Claro que sí. Jejeje. Qué forma más tonta de pasar el rato (saca la lengua).A: Venga, nos vemos.B: Hasta luego ¡Dale recuerdos a [nombre]!A: (piensa que no debería perder más el tiempo con ese idiota, siempre se las apaña para liarla)B: (piensa que siempre es una pérdida de tiempo, y sonríe. Fue una pequeña ración experimental) --------------------------Cortesía de sin-nombre.