Los Ladrones de Cuerpos: Comunistas del Espacio Exterior

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Los Ladrones de Cuerpos: Comunistas del Espacio Exterior

por Eduardo Alberto Guzmán Novoa

Los Estados Unidos de los años ´50 estaban surcados por una terrible paranoia. El miedo -mas impuesto por un Estado represor que real- se sublimó en todo un subgénero cinematográfico que produjo verdaderas joyas de la ciencia ficción.
Invasion of the Body Snatchers es, probablemente, la más importante de estas películas.


En los años cincuenta el mundo vivía bajo la Guerra Fría. El planeta se hallaba dividido en dos bandos enemigos, el Este comunista y el Oeste capitalista. Se corría el peligro de que, en cualquier momento, esta guerra de nervios se convirtiera en la atómica III Guerra Mundial.

En América se vivía en constante alerta: en 1947 el senador Joseph McCarthy había iniciado una histeria anticomunista, el MACARTISMO. Decía que USA estaba llena de espías, quintacolumnistas, traidores y saboteadores a las órdenes de Moscú. En cualquier momento, los "rojos" se aprestarían a invadir y esclavizar al Mundo Libre.

Durante el Macartismo todos sospechaban de todos. Bastaba que alguien dijese algo contra el Tío Sam para que fuese señalado a gritos como un "commy". Sin tener pruebas, ciudadanos inocentes fueron perseguidos, despedidos de sus empleos, arrestados varias veces, llevados al suicidio...

Para 1954, con la caída de McCarthy, esta histeria amenguó pero nunca desapareció. Hollywood, una de las instituciones más golpeadas por el Macartismo, reflejó en varias de sus películas la psicosis anticomunista americana. Y donde más se notó esto fue en los films de ciencia ficción que trataban sobre invasores extraterrestres.

Casi siempre estos monstruosos aliens venían de Marte, el Planeta Rojo. Eran tiránicos, colectivistas y traicioneros, igual que los "commies" de este mundo. Casi siempre atacaban la Tierra empezando por USA. Y siempre eran derrotados por patrióticos americanos, ya sean civiles o militares.

Muchos dudan de que estas películas quisieran representar la Guerra Fría, y mas bien señalan que se le daba esa interpretación por el estado de histeria que se vivía entonces. Sin embargo, hay dos films que son indiscutiblemente representantes de la psicosis anticomunista de los cincuentas: INVASORES DE MARTE (Invaders from Mars, 1953) y LA INVASION DE LOS LADRONES DE CUERPOS (1956). Y es sobre esta última de la que quisiera tratar.

LA INVASION DE LOS LADRONES DE CUERPOS estaba basada en la obra LOS LADRONES DE CUERPOS (The Body Snatchers, 1954), de Jack Finney. La película, en blanco y negro, fue dirigida por Don Siegel. Pese a lo que se ve en los posters de propaganda (los personajes huyendo despavoridos, mientras unas luces los apuntan desde las nubes), no estamos ante la típica película de platillos voladores y verdes marcianos con armas de rayos, no. Se trata de un nuevo tipo de invasión extraterrestre.

Veamos. El joven doctor Miles Bennell llega al pueblito americano de Santa Mira, donde está empezando un extraño caso de psicosis colectiva: personas asegurando que sus parientes y amigos han sido suplantados por impostores idénticos a los originales en aspecto y recuerdos, pero fríos y sin emociones.

El problema parece resolverse solo, cuando los mismos ciudadanos afectados por la histeria vuelven a la normalidad de un momento a otro... a la vez que también aparecen despojados de humanidad. Así, Miles y su novia Becky Driscoll descubren que "algo" está duplicando a los habitantes de Santa Mira mientras duermen.

Tras una inolvidable escena en un vivero (que no figuraba en el relato original), Miles, Becky y otros pobladores aún "normales" descubren que se trata de vainas extraterrestres caídas del espacio exterior, que "copian" a los seres humanos dormidos más cercanos, física y mentalmente. Al no poder comunicarse con las autoridades, el grupo intenta huir.

Luego de una angustioso escape frustrado, solo quedan Miles y Becky, enfrentando a los inhumanos vegetales de aspecto humano, quienes les anuncian que la humanidad entera será sustituida por una nueva y superior especie. Pronto partirán de Santa Mira camiones cargados de vainas "roba-cuerpos", que invadirán primero América y luego el mundo.

Miles y Becky logran huir de Santa Mira, perseguidos por los hombres-vaina (algunos copias de sus ex-amigos). Durante un descanso, Becky se duerme y es duplicada por una vaina cercana. Horrorizado, Miles huye de esa malvada copia vegetal de su difunta amada y logra salir a la carretera.

Desesperado al ver pasar camiones cargados de vainas duplicadoras, Miles grita enloquecido a los automóviles acerca de que estamos siendo invadidos, que nadie está a salvo. En la escena culminante, un inolvidable acercamiento lo muestra gritándole a los espectadores, previniendo a todos que nadie está a salvo de los Ladrones de Cuerpos.

El éxito de LA INVASION DE LOS LADRONES DE CUERPOS fue grande. Aún hoy es considerada una película de culto, pese a su más famoso defecto: después del pre-estreno, se incluyó aceleradamente un prólogo y un epílogo, donde se empieza mostrando a Miles en una comisaría, contándole a las incrédulas autoridades lo ocurrido en Santa Mira (convirtiendo al film en un flash-back), para acabar con un providencial accidente de carretera que delata a las vainas extraterrestres, forzando la intervención de las autoridades.

Hay otras pifias menores: no se explica cómo desaparecen los cuerpos originales, ni por qué había en una mina una vaina que duplicara a Becky, ni cómo se conectan las vainas con el humano dormido más cercano. Pero también hay méritos: el film mejora el relato original, agilizando la acción y suprimiendo innecesarios diálogos, personajes y situaciones (algunos ridículos), removiendo ciertas circunstancias que podrían calificarse de racistas y hasta dándole un mejor final (me refiero al final originalmente previsto, no al "happy-end" que agregaron a la carrera).

Pero el éxito a LA INVASION DE LOS LADRONES DE CUERPOS se debe, más que nada, a la clara alusión que hay sobre la Guerra Fría. Existen dos interpretaciones al respecto, ambas dignas de considerarse.

EL COMUNISMO: Las vainas extraterrestres que invaden Santa Mira son una alusión a los "rojos". El nunca visto proceso de duplicación es el adoctrinamiento, el lavado cerebral que transforma al ciudadano americano en un inconmovible soldado que participa en la planeada Revolución que transformará al mundo.

Los habitantes de Santa Mira que se convierten en criaturas inhumanas parecen calcados de las descripciones que la propaganda macartista hacía de los comunistas: seres inteligentes y a la vez fríamente materialistas, despiadados para lograr sus fines. El que sean realmente vainas del espacio exterior alude a que son "extraños", "intrusos", "extranjeros"... ¿Qué mejor descripción, en los cincuentas, se hacía de "la mano de Moscú" en Occidente?

Cuando los hombres-vaina explican a Miles y Becky cómo será el nuevo mundo que ellos crearán, parecen estar describiendo el mundo post Revolución Comunista Mundial: todos seremos iguales, no estaremos sometidos a conductas ni problemas originados por sentimentalismos, el mundo ya funcionará bien porque ya no contará el individuo sino el pueblo... Miles, como todo buen americano amante de la Libertad y la Democracia, responde que no está interesado en formar parte de un mundo así.

Tras una breve ausencia, Miles descubre que la Becky que dejó ya no existe: ha caído víctima del lavado cerebral de los soviéticos. Unos ojos de mirada gélida muestran que ella se ha unido al enemigo, que su lealtad a Dios, a la Patria y a su amado se han disuelto, que ahora está dispuesta a todas las traiciones y crímenes que le ordenen sus malvados amos "rojos". Miles huye de la ahora "commy" Becky.

La escena en la carretera... ni falta hace de que se explique. Miles parece un joven senador McCarthy, tratando de prevenir a la confiada América de la "amenaza roja", mientras que la mayoría solo lo toma por loco o lo ignora. Y ese angustioso rostro previniéndonos a nosotros, la platea, es claro que dice: «Esto no es una fantasía».

Incluso el prólogo y epílogo son anticomunistas. ¿Iba a mostrarse un film que acabara con la evidente victoria de los "commies" en su subterránea y artera invasión al Mundo Libre? Obviamente no. Claro, el accidente del camión hubiera pasado desapercibido si no fuese porque hubo un valeroso americano que se atrevió a dar la voz de alarma. Ahora las Fuerzas Armadas, la CIA, el FBI y los patrióticos McCarthys de América se pondrán en pie de guerra y derrotarán una vez más a los "rojos". Moraleja: nunca bajar la guardia (o, como se dijo en la anticomunista THE THING, «Vigilad siempre los cielos»).

EL MACARTISMO: Si bien no estoy de acuerdo con esta interpretación, la incluyo para ser imparcial en este debate.

Las vainas extraterrestres que invaden Santa Mira son una alusión a los macartistas que, con pretexto de la "amenaza roja" ansían implantar un estado policial, casi fascista, en América. El nunca visto proceso de duplicación es el aluvión de propaganda, de presiones, de amenazas, de persecuciones a que el individuo se ve sometido: ya sea porque es convencido/engañado o solo por miedo, los ciudadanos acaban convirtiéndose en confiables aliados de casi nazis anticomunistas.

Los habitantes de Santa Mira que se convierten en criaturas inhumanas parecen calcados de la imagen que tenemos hoy de lo que fueron McCarthy y sus histéricos compinches: ultra-derechistas, psicóticos, que creían ver la hoz y el martillo hasta en la sopa, dispuestos hasta sacrificar los sagrados valores del americanismo so pretexto de que se vive en constante alerta nacional. El que sean realmente vegetales alude a su deseo de "militarizarlo" todo (no olvidemos que los uniformes de la tropa son verdes); ¿qué más leal a la Democracia y opuesto al Comunismo que un soldado templado?

Cuando los hombres-vaina explican a Miles y Becky cómo será el nuevo mundo que ellos crearán, parecen estar describiendo un mundo sin comunistas, ni izquierdistas, ni gente que reclame por la Ecología, los Derechos Humanos, por arbitrariedades del Gobierno, etc. Todos sumisos e incapaces de cuestionar al Tío Sam y sus políticas... Miles, como todo buen americano que cree en la libertad de expresión y de pensamiento, que no está de acuerdo en que se condene a alguien por sus palabras o ideas, responde que no está interesado en formar parte de un mundo así.

Tras una breve ausencia, Miles descubre que la Becky que dejó ya no existe: ha caido víctima de la propaganda y presiones de los fascistas. Unos ojos de mirada acusadora muestran que ella se ha unido a los extremistas de derecha, que sus previas lealtades se han disuelto, que ahora dispuesta a luchar por la Libertad y la Democracia pero sin practicarlas... al estilo del senador McCarthy. Miles huye de la ahora "ultra-derechista" Becky.

La escena en la carretera... ni falta hace de que se explique. Miles parece un joven representante de las víctimas del Macartismo, tratando de prevenir a la derechista América de la Amenaza Fascista, mientras que la mayoría solo lo toma por un "rojo" o lo desprecia. Y ese angustioso rostro previniéndonos a nosotros, la platea, es claro que dice: «Esto no es una fantasía».

Incluso el prólogo y epílogo son antimacartistas. ¿Iba a mostrarse un film que acabara con la evidente victoria del ya para entonces desacreditado senador en su paranoica y antidemocrática creación de una América fascista? Obviamente no. Claro, el accidente del camión hubiera pasado desapercibido si no fuese porque hubo un valeroso americano que se atrevió a dar la voz de alarma. El senador se había pasado de la raya y el propio pueblo reaccionará y se detendrá ante el abismo totalitario en el que estaba a punto de hundirse.

Hay otras posibles interpretaciones a la cinta: la propagación de una mortífera plaga, la locura colectiva que se va apoderando de los individuos, etc. Como sea, LA INVASION DE LOS LADRONES DE CUERPOS no es solo una notable cinta de ciencia ficción sino una representante del cine de la Guerra Fría.

Para los años setenta, cuando la mentalidad americana era muy diferente (Vietnam, Watergate, los asesinatos de Martin Luther King y los Kennedy, y los enfrentamientos raciales estaban aún frescos en la memoria colectiva), se acomete una valiente empresa: un remake del clásico de 1956, LA INVASION DE LOS ULTRACUERPOS (Invasion of the Body Snatchers, 1977), dirigido por Philip Kauffman.

Más que un remake, esta cinta más parece una continuación. Si bien repite casi todos los acontecimientos básicos dados en el original (pese a cambiar locaciones y personajes), hay elementos para deducir que estamos ante un "qué pasó después"... y partiendo de una premisa pesimista.

Así es, en esta ahora colorida película nos encontramos ya no en una aislada comunidad rural sino... ¡en San Francisco! Los que ya conocemos el clásico y sabemos qué pasará nos preguntamos, ¿cómo podrá ser detenida la invasión? Santa Mira era un pueblo chico, que podría ser aislado a tiempo, y los camiones que salían de ahí rápidamente podían interceptarse. Pero una gran metrópoli con millones de habitantes complica la cosa.

La acción avanza rápidamente, y los protagonistas "normales" descubren la invasión no cuando está empezando sino cuando ésta se encuentra ya muy avanzada. El espectador no se pregunta cómo los "héroes" detendrán la plaga sino si ésta podrá ser detenida.

Hay que señalar que, aparte del color, otra cosa que eleva este film es que "remedia" los baches argumentales del original: por ejemplo, en la conocida escena donde el protagonista deja sola a su amada, no es en una mina sino en un bosque (ahora sí es creíble que haya una vaina cerca); y cuando éste la encuentra muerta, ella se hace polvo en sus manos (¡así desaparecen los originales!)... mientras se le aparece su duplicado detrás de unos arbustos, desnudo. Por otra parte, vemos que de la vaina salen unas largas hilachas que se introducen por la nariz del durmiente al momento de ser copiado.

Los efectos especiales son notables. Destaca la defectuosa duplicación de un vagabundo, durmiendo al lado de un perro: la vaina se convierte en un perro con cabeza humana. Otra innovación es que los hombres-vaina se dan la voz de alarma, abriendo la boca y emitiendo un agudo grito inhumano, mientras señalan al humano "normal" con el dedo.

Curiosamente, en una secuencia, los protagonistas ven a un hombre entrado en años que corre a su auto y les previene acerca del peligro que pronto ellos descubrirán: luego lo verán morir atropellado. El desconocido es interpretado por el actor Kevin McCarthy, quien encarnó al joven doctor Miles Bennell en la cinta de 1956. ¿Homenaje? ¿Guiño? ¿O se trata verdaderamente del Miles que recordamos, con lo que tendríamos que la invasión de Santa Mira no pudo ser detenida efectivamente?

Al final, la cinta hace una pausa y vemos, poco tiempo después, a una de las protagonistas sobrevivientes, que al parecer se las ha arreglado para no ser copiada por las vainas, divisando al solitario protagonista. En el inesperado final, cuando ella se le acerca feliz de verlo sano y salvo, el "héroe" la señala y suelta el macabro aullido de los vegetales, ante el horror de la mujer (y del público).

LA INVASION DE LOS ULTRACUERPOS se considera igual de buena que su predecesora, así como una muestra de que las segundas partes o los remakes pueden ser buenos a veces. Y los nuevos datos que aporta a la leyenda de los Ladrones de Cuerpos son igualmente de valiosos.

¿Algún contenido político en este film? Realmente no parece, pues los hombres-vaina explican de manera distinta sus propósitos para con el mundo que están invadiendo. Los dos grandes males de la civilización humana, la deshumanización y la incomunicación de sus individuos, se verán remediados. En el nuevo mundo no existirá el odio, la envidia, la codicia, ni miedo ni otros sentimientos problemáticos (aunque tampoco habrá amor, amistad o compasión). Con esa base, se construirá un mundo más avanzado.

En 1977 el mundo seguía bajo la Guerra Fría, aunque no con la intensidad de los años cincuenta. Los "rojos" seguían siendo los "villanos", pero Occidente ya no era la heroica y justiciera contraparte (otra vez el recuerdo de Vietnam). Los capitalistas podían ser tan "malos" como los comunistas. Y muchos veían entonces al Comunismo como una especie de defectuoso instrumento para alcanzar un ideal noble (un mundo mejor). Tal vez no fuera mala idea que "todos seamos iguales"...

Lo dicho: sin alcanzar el alto nivel politiquero, los invasores vegetales de esta cinta también son comunistas... aunque de los años setenta. "Rojos" de la Era Brezhnev, de tiempos del "deshielo".

Unos años después empezaría la conservadora y derechista Era Reagan. Si se hubiese hecho entonces una tercera versión de LA INVASION DE LOS LADRONES DE CUERPOS, sin duda hubiese vuelto a mostrarse el paralelismo de los desalmados hombres-vaina con los peligrosos "commies".

Sí, hubo una tercera versión, que recogía el espíritu anticomunista de la original, donde los invasores vegetales eran claramente "rojos". Se trata de SECUESTRADORES DE CUERPOS (Body Snatchers), dirigida por Abel Ferrara. Lo único malo del film fue que llegó demasiado tarde: se estrenó en 1993, cuando la Guerra Fría ya había acabado, y el Comunismo ya no era una amenaza, solo un feo recuerdo.

En esta tercera versión, volvemos a los orígenes. Cierto, la trama se aleja aún más del relato original de Finney, pero se respeta lo básico: un pequeño grupo descubre que de una comunidad parte una amenaza a todo el mundo.

En este caso estamos en una base militar, donde han aterrizado las vainas y han comenzado su labor de duplicación. He aquí uno de los méritos del film, que sean los militares americanos (rígidamente organizados, con armas y variados medios de transporte, y una autoridad incuestionable y libre de toda sospecha) los que desperdigarán la letal plaga de vainas suplantadoras.

Los héroes (esta vez todos jovencitos, casi teen-agers), descubren el complot y se aprestan a huir. Se ven las dudas iniciales (a nadie llama la atención ver a un soldado u oficial yanqui serio e inconmovible) pero aquí entran las duplicaciones, que superan en verosimilitud a lo visto en los anteriores dos films.

Gracias a los avances en FX, ahora vemos que de las vainas salen unos gelatinosos hilillos que se introducen por la boca, la nariz y los oidos de los durmientes. Acabado el proceso, el impostor vegetal se deshace de las cenizas del original. Pero si el proceso es interrumpido, arrancando los tentáculos de la vaina, el humano se salva, mientras que la vaina muere.

Otra innovación está en que, cuando estos hombres-vaina mueren, sus cuerpos se "desinflan" y disuelven, hasta quedar como un humeante y nauseabundo charco lechoso. Y, en una interesante secuencia, en un jardín infantil, todos los niños duplicados hacen el mismo dibujo... lo que nos confirma que todos piensan y actúan identicamente.

Aparte de ello, se ha mantenido el aterrador grito de los vegetales para comunicarse con sus congéneres, inaugurado en 1977. Y hay un personaje, esta vez un médico militar, que parece evocar al Miles Bennell de 1956.

Al final, parece repetirse la conclusión del primer film. Una especie de "happy-end", aunque con sus dosis de amargura. La pareja protagonista huye en un helicóptero militar. Luego vemos que los camiones cargados de vainas son bombardeados y ametrallados en plena carretera, desde el aire. Y la base militar es arrasada de la misma manera. ¿Pero quién hace esto? ¿Lograron nuestros héroes convencer a las autoridades de la amenaza y que había que actuar de inmediato? ¿O son los mismos fugitivos quienes, desde su helicóptero armado, proceden a destruir a los invasores? ¿Habrán sido todos hombres-vaina aniquilados, o acaso algún camión logró escapar? ¿Cómo, al ver a un militar frio y disciplinado, no sabremos si es un humano o una vaina?

El film de Ferrara fue atacado sin misericordia por la crítica. Después de los avances mostrados en la versión previa, SECUESTRADORES DE CUERPOS hace un retroceso y, salvo una que otra novedad, repite una fórmula que ya había perdido impacto para 1993.

Pero... si SECUESTRADORES DE CUERPOS hubiese sido hecha diez años antes, cuando el anticomunismo parecía volver con una fuerza que parecía emular al de los cincuentas, entonces todos hubiesen visto a la renacida "amenaza roja" reflejada en las monstruosas vainas extraterrestres. En una época en que se hacían películas donde los comunistas eran villanos realmente diabólicos, donde se hablaba de poner satélites atómicos en el espacio, cuando los recursos económicos de USA fueron desviados en detener y combatir a los "commies", SECUESTRADORES DE CUERPOS quizás hubiese re-inaugurado las películas donde los malévolos aliens invasores eran calco de los soviéticos.

La escena más reveladora de este anticomunismo está en el ya citado médico militar, rodeado por los hombres-vaina. El aterrado galeno les apunta con su arma, pero ellos le replican que un doctor preserva la vida, no la suprime. Sin vacilar, el médico les responde: «¿Vida? ¿Ustedes se hacen llamar "vida"?» Y cuando los duplicados le hablan de un mejor futuro, donde ya no importará el individuo sino la colectividad en general, el democrático doctor contesta: «El individuo siempre será importante». Al final, se suicidará para no convertirse en un autómata sin individualidad y si Dios.

No hay duda, SECUESTRADORES DE CUERPOS llegó tarde. Y quizás este mundo post Guerra Fría ya no está para eso de que un enemigo oculto se infiltra en nuestra civilización occidental y cristiana para destruirla. Y que nadie sugiera a los fundamentalistas musulmanes, que ellos no son nada comparados con la tan recordada "amenaza roja".

Pero, ¿qué hay del futuro? ¿Es que la obra de Finney que inspiró tres películas ya pasó definitivamente a los anaqueles de coleccionistas? ¿Los Ladrones de Cuerpos, esas comunistas vainas extraterrestres, ya nunca más inspirarán el temor de que nos invadan mientras dormimos?

Pues podría ser que los Ladrones de Cuerpos vuelvan.

En la página web www.pantallachica.com/rumores/ladrones.html he encontrado que hay un intento de llevar, a manera de teleserie, la obra de Finney. Sin ser nada confirmado, estarían ultimándose las conversaciones para obtener los derechos, no solo sobre la obra original sino también sobre la película clásica de 1956.

Según este interesante rumor, lo sorprendente del caso es que esta probable teleserie no contará la archiconocida historia de la invasión de Santa Mira: la continuará. Pero eso no es nada comparado con la naturaleza de esta secuela: se tratará de una serie animada. Y no solo eso: no será una producción americana sino... japonesa.

Así es, los Ladrones de Cuerpos volverán como un anime.

La historia retomaría el film clásico de Don Siegel. Se aclara que estamos en la América de 1955 (el año en que Siegel rodó su película). Reaparecerán el joven doctor Miles Bennell (¡imagínenselo con ojotes de anime!) y su ex-novia Becky Driscoll (convertida en su contraparte extraterrestre), así como todos los demás personajes secundarios, además de nuevos caracteres. También se tomarán prestados elementos de las otras versiones fílmicas: el horrendo grito de las vainas (cortesía de la cinta de Philip Kauffman) y las nauseabundas duplicaciones (tal y como se vieron en la película de Abel Ferrara).

Tras arrasar Santa Mira y a sus duplicados habitantes, las autoridades civiles y militares se dan a la cacería de los vegetales extraterrestres. El presidente Eisenhower ordena la creación de una fuerza secreta, compuesta por científicos y militares, que buscará la manera de neutralizar esta amenaza a América y al mundo. Obviamente, a la cabeza de estos cazadores de vainas estará Miles Benell.

Esta producción japonesa aportará interesantes ideas: por ejemplo, los Ladrones de Cuerpos se definen a sí mismos como la raza de los Pods (curiosamente, la palabra "pod" significa "vaina" en inglés); los invasores tienen gran fuerza muscular, pueden brincar grandes distancias y pueden convertir partes de su cuerpo en letales tallos y espinas; y aparece una adolescente que NO pudo ser duplicada por una vaina cercana (¡una esperanza!), lo que la convertirá en presa de los Ladrones de Cuerpos, así como protegida de Miles y su equipo.

Claro, aparece un personaje japonés: una científica nacionalizada americana, que acabará enamorándose de Miles (quien aún sigue llorando por la pérdida de su amada Becky, ahora convertida en un Pod). Y aparece un joven duplicado que, pese a ser un Pod, aún conserva sentimientos y emociones, lo que lo convertirá en un paria (ni es un Pod ni tampoco un humano)... hasta que la chica inmune a los Pods se cruza en su camino y se definen sus lealtades.

Es interesante ver que se retoman personajes y circunstancias presentados en el relato original de Finney y que no fueron explotados en ninguna de las tres películas. Y si bien la acción se inicia en San Francisco (USA), luego se extiende a otros países... pasando así a la cooperación con otras naciones del Mundo Libre.

Por otra parte, también la hoy extinta URSS combate a sus Pods dentro de la Cortina de Hierro, aunque se niega a cooperar con Occidente y aplica inhumanos métodos de "cacería". En otras palabras, se refleja también el ambiente politiquero de la cinta clásica de 1956 (curioso, comunistas terrestres contra comunistas extraterrestres... algo que concluirá de una manera totalmente inesperada).

Finalmente, tras un año de lucha (ya estamos en 1956, el año en que Siegel estrenó sy película), todo debe definirse en un épico y definitvo encuentro, lleno de suspenso, en Hungría, coincidiendo con la bárbara invasión soviética a ese país. Tras esta casi apocalíptica confrontación final vendría, en una Praga devastada, un final sorpresa claramente inspirado en la conclusión original ideada por Finney.

Una vez logrados los permisos correspondientes, se procederá a la producción de este anime que, esperemos, no defraude a los fans de los Ladrones de Cuerpos. Y si, como puede suceder, esta secuela no pasa de ser un chisme, entonces esperemos la llegada de una cuarta versión fílmica que recobre el interés y el miedo por los despiadados Ladrones de Cuerpos.

No nos durmamos, no bajemos la guardia: puede haber una vaina comunista cerca de nosotros. Vigilemos constantemente a los demás, que pueden ser los Ladrones de Cuerpos, conspirando para convertir nuestro mundo en un "Paraíso de los Trabajadores" extraterrestre.


NOTA: Este ha sido un artículo serio y veraz. Sin embargo, no sería justo que no les advierta que la proyectada secuela en anime solo ha estado en mi cabeza... como parte de la presente fecha: 28 de diciembre, Día de los Inocentes. Bueno, tras enviar este artículo me voy a descansar. Veo un extraño vegetal bajo mi cama. Bah, que se quede ahí, luego lo examino. Primero tomaré una siesta. Adiós.

Comments

Re: Los Ladrones de Cuerpos: Comunistas del Espacio Exterior

Ja Ja, buena broma, pero sabes que no suena mal la idea, al menos es menos mala que las películas originales. A propósito también se puede nombrar The Faculty, no como un remake, sinó como un plagio del plagiador por exelencia robert rodriguez.
A propósito la última parte de la balada del pistolero es pésima.

Re: Los Ladrones de Cuerpos: Comunistas del Espacio Exterior

Hola Jotar, aquí el autor del artículo. No sabía de una serie anime con un tema similar a LOS LADRONES DE CUERPOS. Por lo que me cuentas, podría tratarse de una especie de remedo de este interesante planteamiento (qué casualidad que los villanos también son vegetales, aunque me narras que meten cierto elemento místico). Si me animo, la busco para verla en DVD.

En cuanto a la broma del Día de los Inocentes, cometí un error: puse que el apocalíptico combate entre humanos y Pods, en el imaginario anime, se daría en la capital de Hungría en 1956 (en el mismo instante que el Ejército Rojo la invadía a sangre y fuego). Escribí PRAGA, cuando en realidad quise poner BUDAPEST (Praga es capital de Checoslovaquia, Budapest lo es de Hungría).

Si alguien quiere saber el verdadero final de la novela LOS LADRONES DE CUERPOS escríbame a guzmannovoa@LatinMail.com, tal vez podamos comparar opiniones. Por cierto, no hagan caso de lo del vegetal debajo de mi cama. Y ahora, camaradas Pods, deseándoles suerte en la Revolución Mundial contra los capitalistas humanos, me despido señalándolos con el dedo y gritando nuestro saludo: ¡¡¡BBBBBBUUUUUUAAAAAAGGGGGGRRRRRR!!!

¿Pesticida?

Quizá sea esta clave para combatirte a ti y a los de tu repugnante raza, que solo quieren hacernos sentir todos iguales, y en igualdad de condiciones, cuando es mucho más cómodo y práctico estar por encima de unos cuantos plebeyos y ¡Demostrarles lo que es bueno!

"Uno de estos días, querida... ¡BAM!... ¡PUM!... ¡ZAP!... ¡A LA LUNA!"

Jotar

PD: Suerte en la búsqueda de BLUE SEED. Creo que actualmente -o hasta hace poco- la estaban dando por una señal de cable internacional llamada Locomotion. Eso, si no la encontrás en DVD.

En la línea de los Body Snatchers

Película que caminó por derroteros parecidos fue la polémica DREAMCATCHER (Cazador de Sueños), basada en una pobre novela del naif y comercial Stephen King.

En la misma una accidentada nave extraterrestre desataba una "invasión" de cuerpos a través de unas "semillas" alienígenas que ingresaban al organismo de los seres humanos (lejanas reminiscencias a Alien, El Octavo Pasajero). Un grupete de amigos serían los primeros en advertir estos extraños cambios y prevenir a los militares. Incluso algunos de ellos eran "usurpados".

Narrada en el mismo estilo de SIGNS (Señales), donde se hacía pie en la historia de los protagonistas más que en el entorno de sci-fi en sí, es un raro caso de películas donde los aliens son "malos" y quieren "dominar al mundo".

Y una postdata al respecto de la apócrifa versión animé de los Pods. Graciosamente existió una serie de animé que tocaba un tema parecido: BLUE SEED. (Semilla Azul) En esta serie animada una raza antigua, los Aragami, -tan antigua como la naturaleza misma- y de claro origen vegetal, comienza a adueñarse de animales y personas. Un grupo de adolescentes -organizados por una secreta división gubernamentall- donde destacaba Momichi, una niña destinada a dominar a estos seres vegetales, princesa de una casta de guardianas, se encarga de combatir la escalada de los malotes vegetaloides.

Todo está inventado bajo este sol, amigo Eduardo. Excelente artículo, dicho sea de paso. Espero que lo de debajo de tu cama no haya sido nada serio... ¿Eduardo? ¿Eres tú? ... Dios mío... ¡Eduardo!

Re: Los Ladrones de Cuerpos: Comunistas del Espacio Exterior

Excelente artículo!!!
Creo que mi horror particular pasa por humanos duplicados, sin saber en quien confiar. Donald Sutherland, protagonista de "LA INVASION DE LOS ULTRACUERPOS", también protagonizó una nueva versión, esta vez como jefe de la CIA o alguna otra "institución" por el estilo.... Las vainas son aquí unos pólipos que se adosan a la nuca...
Me creí lo del animé....

Re: Los Ladrones de Cuerpos: Comunistas del Espacio Exterior

este fue uno de los primeros filmes que me impresionaron realmente porque la manera de narrar fue excelente, ademàs, la historia puede ser posible, no sabemos nada de la posible vida extraterrestre, puede ser mala o buena, eso es un misterio por encontrar

Re: Los Ladrones de Cuerpos: Comunistas del Espacio Exterior

Excelente artículo!!! Miré las 3 nombradas y creo que mi "horror" particular pasa por humanos que no los son. Han omitido otra peli, protagonizada también por Donald Sutherland donde en vez de vainas existen una especie de tumores que se adosan a la nuca.
Creo recordar en "LA INVASION DE LOS ULTRACUERPOS" a Leonard Nimoy, como uno de los primeros duplicados.
Me creí lo del animé...

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