Historias de Terror
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jajajjajajaajjaa hey gabriel que laguien te pidio tu msn o que jajajaj que horro lol
buenos chicos espero que visiten mi foro anarcopunk 100% hardcore ecuatoriana y diganme sus comentarios
Abrí la puerta trasera del bar, tosiendo, la nube de humo se prendió de mi como una estela venenosa. Me tambalee un poco, entre risa y risa, adentro el ruido continuaba. Toda esa gente divirtiéndose, bailando, tocándose unos a otros, nadando en esa mezcla de aliento y gérmenes.Estuve allí un rato, solo lo suficiente antes de que el efecto desinfectante de 3 partes de tequila y una de whiskey desapareciera de mi sistema. Antes de caer al suelo me sujete de algo, subí la mirada, un faro giraba, colgando de una cadena, seguí los patrones elípticos de las chicharras. A mis espaldas las voces se prendieron, un grupo de amigas borrachas, chillando y riendo. Me costaba trabajo entender, la cortina de interferencia era densa. Mi mente, dotada de una habilidad especial de percepción, me permitió saber de lo que hablaban, de mi. Quizás se burlaban, quizás me tenían miedo. De mi vientre subió un sabor amargo. Furia, desesperación, risa, una arcada y un chorro de alcohol con frijoles medio digeridos. Me despegue de la farola, y camine hacia mi casa, siempre en espiral, sin desviarme ni un centímetro. El curso me llevo por las escaleras, no tropecé ni una vez y alcancé la puerta. La luz estaba encendida, mas luminosa que de costumbre, cebándose sobre los contornos de las cosas. Parpadee repetidamente. El gato brinco del sillón a la cama, de la cama a la silla y de vuelta. Mi otro par de zapatos estaba fuera de lugar, estaban separados, uno volteado, el otro con la suela de fuera y las agujetas desparramadas. Habia un pantalón en el suelo, y un plato vació sobre la mesa. El gato, la silla, la cama, el sillón. No lo entendía, no había arreglado mi habitación. Las cobijas destendidas formaban figuras nunca antes vistas sobre mi cama, rostros, cuerpos nuevos. Había un nuevo patrón en un espacio que creía conocer tan bien. Me rasque la barbilla. Bajo la luz blanca de la bombilla fui iluminado, lo entendí todo, dentro del caos había un orden, era un código. Sonreí, casi fui capaz de sentir mis ojos brillar. Pero, quien había enviado ese mensaje? Fui yo mismo desde lo mas profundo de mi conciencia o fue alguien mas? Algo mas? El gato había sido el enlace entre las figuras, su trayectoria determinaba la sintaxis del mensaje. Repase mentalmente. En mi cabeza se formo un mapa tridimensional de prismas y cuerpos geométricos, era una advertencia de alguna clase una especie de super flecha apuntando hacia mi televisión. Tome el control remoto y la encendí un poco nervioso, un parpadeo plateado y luego un montón de distorsión, la imagen termino por asentarse. Un hombre alababa los poderes de una nueva escoba inteligente, cambie el canal, un hombre hablaba sobre los encantos de una guerra en el desierto, cambie el canal y una nube de puntos grises relampagueó como una apología de la nada, cambie el canal y una mujer sostenía entre sus manos un aparato depilador que también servia para hacer pasteles. Eso no significaba nada, tampoco la interferencia, los colores si, eran diferentes, no eran los tonos de siempre. El volumen estaba mas alto de lo que a mi me gusta. La imagen vibraba demasiado. Alguien había tocado mi tele, una mano se había atrevido a alterarla. Me tire de rodillas, intentando no gritar, me sujete la cabeza desesperado. Como se habían atrevido? Por que lo hacían? La voz chillona de la mujer, me taladraba el oído, alguien se había encargado de volverla poderosa. “Maravíllese con el soberbio poder depilador, batidor de la nueva espátula Cachamaxi” Otro canal, ruido blanco. Otro, explosiones, disparos. Otro. “Barra su casa sin moverse de su asiento. La escoba patentada de Surra es manejada por la mente…Si, oyó usted bien! Ponga a prueba sus habilidades psiqui…” Alarmado, encontré el botón del “power” Se disolvieron tras el cristal. El gato rozó mi cara con su cola, se detuvo frente a mi cara. Un escalofrió recorrió mi columna, siempre lo supe, Arquímedes, no era un animal cualquiera. “Tus películas, ve tus películas. Estuvieron aquí. Cambiaron todo” Me dijo, cuando hablaba su rostro cobraba rasgos humanos, como si una persona estuviera atrapado dentro y al pronunciar chocara contra la piel felina. “Termina pronto. Es muy reducido. El dolor, no lo soporto, ya” Sentí compasión por el. Fui al armario donde tenia mi colección de videocasetes. Grite, al abrirlo. Las habían movido, estaban en el anaquel de los libros, los libros estaban arriba. Revise los lomos minuciosamente, la primera había sido desplazada al ultimo espacio y la ultima, al primero. Yo no se nada de matemáticas, realmente con trabajo se lo que es una ecuación, aun así se reconocer códigos y patrones en el caos, es otra de mis habilidades y aquí había otro. Un mensaje ominoso, de de una presencia que quería destruirme. “Arquímedes, crees que deba ver las cintas.” Pregunte con preocupación. “Si, no hay ningún peligro.” Me aseguro, el rictus de dolor surgió una vez más bajo el pelaje. Tome una película del estante y la metí en la video casetera, apague la luz y me senté en cuclillas sobre la alfombra. Estaba rodeado por la oscuridad, como un monje rezando, protegido por el resplandor eléctrico, esperando por iluminación. Dos figuras encapuchadas se despegaron de las sombras, uno se paro a mi izquierda y otro a mi derecha, por alguna razón, no podían tocarme, temblé de miedo. Los créditos iniciales comenzaban, sus rostros eran grises y arrugados, no podía ver sus ojos, sumergidos en la negrura. “Ven con nosotros” Siseo uno de ellos. “No necesitas el dolor” Dijo el otro. “Entregate al éxtasis del vació.” Intente ignorarlos. La película comenzó, un perro corría sobre la nieve, huyendo de un helicóptero, los tripulantes le disparaban. “No hay salvación” Concentre mis sentidos en las imágenes que danzaban en la pantalla, era mi película favorita, no lograrían distraerme. No los escuche mas, sentí una corriente de viento frío a mis espaldas, se habían ido.Las transformaciones dolorosas, se procedieron una a una, nadie sabia en donde residía el mal, venia de todos, cuando saldría a la luz? Nadie tenía amigos, todos eran depredadores en potencia. No podía confiar en nadie, alguien quería que supiera eso, a la vez intentaba controlarme. Con cada segundo de metraje estaba mas cerca del televisor, como si una fuerza magnética me atrajera hacia ella, hacia su vísceras eléctricas. Una cabeza se desprendió de un torso, arrastrando una estela de viscosidad verde, gritos, terror. Logro escapo de los lanzallamas cruzando una frontera de cristal e interferencia. Rodó por mi piso desparramando sangre, di un brinco alejándome lo mas posible. Sabia, lo que pasaría, lo había visto antes, muchas veces y de muy cerca. Tome mi silla y la eleve por sobre mi cabeza. Me fui de espaldas, el golpe fue duro, quede atontado. Giraba frente a mis ojos, se convulsionaba, los ojos parpadearon repetidamente, su mirada vacua, su boca quería gritar. Una a una fueron surgiendo las patitas de insecto, de desplazo velozmente tras Arquimides Unos diminutos conductos salieron de su boca, serpenteando sobre el suelo, latigueando en el aire, uno de ellos alcanzo a la presa, anudadonse sobre su cuerpo para asimilarlo, Arquimides lucho inútilmente. La televisión se convulsionaba, la pantalla se había convertido en un tejido punzante, las cosas dentro intentaban salir, gruñendo, rasguñando. Un brazo largo y nervudo se filtro hacia la realidad. Sus dedos-tentáculos se prendieron fuertemente de mi pierna. Algunos órganos latían entre las antenas de la televisión, sus venas se inflaban y desinflaban, llenas de sangre negra. Me tire al suelo, intentando alcanzar el cable del aparato, para desenchufarlo. Arquimides estaba envuelto por una especie de capullo, la cosa fluctuaba copiando su forma. No tenia forma de ayudarlo, los tentáculos me arrastraban hacia las rojas profundidades. Extendí mi mano, mis dedos aferraron el aire, el enchufe estaba a unos milímetros, casi lo tocaba. Un nuevo brazo se prendió de mi cabeza, las garras hundidas en mi frente. Arquímedes chillo prolongadamente. Senti el plastico entre mis temblorosos dedos, jale. Un trueno, una espiral de chispas eléctricas y se desvanecieron. Me quede tirado, exhalando e inhalando rápidamente, Arquimides se había salvado “Como pudiste traicionarme? Creí que éramos amigos, nunca dude de ti.” Dije, sin moverme. “Perdóname, por favor…No sabes, el dolor que han provocado mis acciones, el arrepentimiento. No pude evitarlo, ellos me obligaron. Introducieron una frecuencia parásita en mi cerebro, alterando el flujo de mis ondas alfa. Me convirtieron en títere. Muchas veces los vi entrar, y manipular tu habitación. Siempre me hicieron callar. Primero me chantajearon, diciendo que no me dejarían escapar de este cuerpo. Cuando me rebele y amenacé con decirte, entonces recurrieron a otros métodos.” Lo mire fijamente. “Lo entiendo, no es tu culpa. Lo que me tortura es el echo de haber sido tan ciego, nunca haber notado nada de esto. Que es lo que quieren?” No dijo nada. “Que”“Tu cerebro para extraer de ella el secreto” “quienes?” Mas silencio, un temblor. “Los conoces, siempre han estado cerca, ocultando su maldad tras mascaras sonrientes. Son…” Una convulsión, recorrió su columna, sus vértebras salieron volando una a una. La voz incomprensible se mezclo con maullidos agudos. Lo sujete asustado, sin saber que hacer. Los ojillos amarillos botaron de sus orbitas. Se deshizo entre mis dedos.Quieren mas???? Deberia continuar???
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hola me llamo Ericka como estan me se unas historias de terror como 4 no mucho pero bueno algo es algo