Venus segun Edgard Rice Burroughs

Carson de Amtor: Venus segun Edgard Rice Burroughs

por Mariano Buscaglia

Muchos autores ubican la obra marciana y venusina de Burroughs dentro un género híbrido llamado sword and planet (Espada y Planeta), una especie mutante entre la ciencia-ficción y la fantasía heroica. Otros especialistas directamente expulsan a estas obras de la CF, ubicandolas en el terreno de la fantasía. Este artículo recorre la saga de Amtor del célebre E. R. Burroughs -el autor de Tarzan- partiendo de la base de que se trata de una fundamental obra de ciencia-ficción.

¿Y el género?:

A lo largo de los años, la crítica ha desplazado los ciclos marcianos, venusinos y de Pellucidar de Burroughs fuera del marco de la ciencia-ficción. El escritor e investigador Pablo Capanna sostiene lo anterior en su obra ya clásica El sentido de la ciencia-ficción (1).

Sin embargo, para comprender las obras de Burroughs, también debemos observar el contexto histórico en el que fueron escritas. Burroughs escribió su primer obra tras vanos intentos de triunfar en otros oficios, durante sus lecturas sintió que él era capaz de escribir mucho mejor que los autores que leía. Animado por esta idea y con la firme convicción del triunfo, escribió su primer obra: Una princesa de Marte en 1912. Él mismo creía que el relato era en extremo improbable, por lo cual lo firmó con el seudónimo: Normal Bean (literalmente, Cerebro Normal) para dejar en claro que no estaba loco. La novela la mandó al editor de All-Story, quien se lo compró inmediatamente y cambió el bello título original: Under the moons of Mars, por el insípido: Una princesa de Marte (2). Burroughs escribió esta obra inspirándose en las delirantes observaciones que Percival Lowell realizaba sobre Marte desde su observatorio de Flagstaff, Arizona.

En realidad, Lowell veía poco, pero imaginaba mucho. Gracias a su observaciones, Lowell dedujo que Marte era un mundo en proceso de decadencia y extinción. Según sus investigaciones –las cuales a su vez se habían inspirado en las observaciones que había hecho el astrónomo italiano Schiaparelli- Marte estaba recubierto de franjas, lo cual para Lowell no podía ser otra cosa más que canales que habían construidos los supuestos marcianos para irrigar a todo el planeta el agua de los polos, la superficie de Marte era seca y desértica. Esta obra de ingeniería pantagruélica era justificada por el astrónomo argumentando que los marcianos estaban muchos siglos avanzados a la Tierra y la menor gravedad del planeta facilitaba enormemente este tipo de tarea. Pero no tardaron en surgir detractores, ya que el primer escollo de la teoría de Lowell, era que sólo él y el italiano Schiaparelli eran capaces de observar estos misteriosos canales. En 1906, el aún temprano escritor H. P. Lovecraft publicó un artículo titulado: "Marte es un mundo inhabitable", donde exponía prolijamente todas las razones por las cuales las teorías de Lowell eran erróneas.

Si bien las teorías de Lowell fueron rechazadas por la ciencia, la imaginación popular se apropió, como suele suceder, durante mucho tiempo de la misma. También supervivió a través de la literatura, quien tomó estas teorías para insuflarle nueva vida al lejano planeta rojo

Muchos autores ubican la obra marciana y venusina de Burroughs dentro un género híbrido llamado: sword and planet (Espada y Planeta). Una especie mutante entre la ciencia-ficción y la fantasía heroica. El término está bastante acertado, pero hoy día la ciencia-ficción amplió muchísimo sus horizontes y creo que no equivocarme si coloco las obras de Burroughs dentro del género.

Es sabido que Burroughs nunca se demoró demasiado en los cánones científicos, él simplemente tomaba las teorías que más se ajustaban a sus fines literarios, aunque estas hipótesis ya no fuesen avaladas por la comunidad científica. El olfato del autor de Tarzán era más bien comercial y literario, no científico. Y los hechos lo demuestran. Burroughs se inspiró en teorías científicas, pero a diferencia de Verne, ninguna se hizo realidad. Por otro lado, el escritor era muy dado a utilizar teorías paracientíficas que carecían del rigor suficiente para que fueran tomadas en serio. Sin embargo, esta libertad –libertinaje para algunos puristas- abrió más puertas en el género de los que muchos suponen. No hay que olvidar también que Burroughs sólo era la cabeza de un iceberg literario, el cual se tomaba las mismas o aún más audaces licencias para crear novelas pseudo-científicas , recargadas de acción y cientificismo berreta. Multitud de este tipo de novelas folletinescas se publicaban en ediciones de la época. Pero no trascendieron hasta la fecha, ya que no poseían el magnetismo narrativo que aún hoy día posee cualquier novela del Burroughs. Y no porque, el autor haya supuesto que Marte o Venus eran mundos habitados o habitables, expulsa la crítica a Burroughs del género de ciencia-ficción. Autores como Philp K. Dick, Lin Carter, Ray Bradbury, Arthur Clarke, Robert Sheckley, H.G. Wells, partieron de la misma base –licencia literaria o no- para contar una historia. Lo que se le objeta verdaderamente a Burroughs es que el marco pseudo-científico de sus novelas simplemente sostenía un relato de aventuras. Como dije más arriba las obras de Burroughs a mi humilde entender sirvieron de trampolín a muchos escritores posteriores, por ello no estaría muy errado ubicar estás sagas dentro de la etapa o rama romántica-folletinesca de la ciencia-ficción, donde también podríamos ubicar algunas obras de Abraham Merrit y Edmond Hamilton. Esta mirada romántica sobre el planeta rojo o sobre Venus inspiraron a hombres como Carl Sagan a inclinarse por la astronomía. Y eso es unos de los puntos más loables de las obras de Edgard Rice Burroughs, su talento para trasladarnos a una atmósfera interplanetaria. Burroughs posee aún hoy la envidiable capacidad de transportarnos literalmente a Marte o a Venus. El planeta Marte, semi-desértico, cubierto por las ruinas de una civilización en extinción, es más real en nuestra imaginación que las fotos que han enviado a la tierras las sondas Viking.

La saga venusina nació en 1931 con la obra: Piratas de Venus. Para entonces, Burroughs había gestado sus obras más famosas. Era un escritor consagrado y tan exitoso que se había permitido ser su propio editor y agente al fundar ese mismo año la ERB Inc., que editó 24 primeras ediciones.

Para escribir esta obra, que poco a poco (como la mayoría de las obras de Burroughs) se transformaría en una saga, se inspiró en la novela del escritor Otis Adalbert Kline: The planet of peril (El planeta del peligro) de 1929. La inspiración no fue casual, atrás de ella hubo una competencia literaria y comercial, ya que Kline había escrito un tiempo antes los libros: Tam son of the tiger y Jan of the jungle que eran auténticas réplicas de Tarzán. En respuesta a este pequeño plagio, Burroughs tomó la saga venusina de Kline y escribió los libros de Venus con su héroe de turno: Carson Napier. Más adelante, Kline se ocupó a su vez de una saga marciana. Sin embargo, los libros de Kline no tuvieron mayor trascendencia, los de Burroughs aún se editan con éxito.

La saga venusina no guarda demasiadas sorpresas para un lector avezado en las obras de Burroughs. El escritor siempre onduló en los lindes de lo comercial y lo literario, por ello muchos de sus libros son reformulaciones de libros anteriores. Fórmulas exitosas que se repiten. Venus no se queda atrás, hay mucho de Tarzán, mucho de Barsoom –el nombre que le daban los marcianos a su planeta- y de Pellucidar, pero también hay algunas diferencias bastantes notables con el resto de las sagas anteriores, que más adelante voy a señalar.

El ciclo completo de Venus guarda el orden siguiente: Piratas de Venus (1931), Perdidos en Venus (1932), Carson de Venus (1937), Escape de Venus (1940), un volumen de relatos: Brujo de Venus (1941) y una novela inconclusa: Pirata sangriento.

Ya para la década del treinta, al igual que Marte, Venus era considerado por la ciencia como un planeta sin probabilidades de vida (3). Pero el imaginario social de la época consideraba que Venus era un planeta tropical, plagado de pantanos, altas temperaturas y climas opresivos. Las nubes que recubrían el planeta dejaban sugerir este tipo de cosas. El olfato literario de Burroughs no pasó por alto esta hipótesis tan rica para explotar en un relato que se diferenciaría muchísimo de la saga marciana que transcurría en un clima más bien desértico. Venus poseía la atmósfera perfecta para colocar un héroe a un paso entre Tarzán y John Carter, el campeón de Barsoom.

El rubio mayonesa

El primer volumen, Piratas de Venus, se inicia con una breve mención del desenlace de la novela: Tarzán en el centro de la Tierra (Tarzan at Earth’s core), lo cual le permitía a Burroughs ubicar sus diferentes sagas (Tarzán, Pellucidar y Venus) dentro de un mismo universo y de paso hacerse un poco de autobombo (4).

Carson Napier nació en la India, hijo de una madre norteamericana y de un padre inglés, un tal Napier. De su abuelo (el padre de la madre de nuestro héroe): John Carson, un juez muy importante, heredará una cuantiosa fortuna. Siguiendo este bonsái genealógico nos percatamos de que Carson Napier no tiene nombre. Es un héroe con doble apellido.

Su tutor hindú: Chand Kabi –un gurú pre-psicodélico- le enseña a Carson cómo dominar la telepatía, gracias a la cual podía transmitir con claridad sus pensamientos y hasta una proyección psíquica de su cuerpo o el de otra persona a quien quisiere y desde donde fuera.

Cuando su padre fallece, se traslada con su madre a EE.UU. Estudia y se gradúa en el instituto de Claremont y al poco tiempo fallece su madre. Conmocionado por esta desgracia, Carson cambia drásticamente el curso de su vida: "...me lancé a una existencia temeraria y, abrigando ciertos proyectos, aprendí aviación. Adopté otro nombre y me convertí en un astro de cine..." (5). Pero Carson se aburre de llevar una existencia de playboy y se traslada a Alemania donde se interesa repentinamente en la construcción de aviones-cohetes. Entusiasmado, decide realizar un viaje al planeta Marte a través de un torpedo-cohete que el mismo financiará y piloteará. Elige Marte porque considera el planeta con más probabilidades de vida similar a la humana. Aunque es curioso que en ningún momento se hace referencia a John Carter, el héroe barsomiano.

Carson consideró que su fervor aventurero no le aprovecharía en nada a la humanidad, por lo cual eligió a Edgard Rice Burroughs para que éste narrara sus vivencias que le serían transmitidas paso a paso a través de los poderes telepáticos de Carson Napier. También, si algo le ocurría o si no podía volver otros se lanzarían en pos de él. Así comienza el libro, con una entrevista telepática entre Carson y Burroughs.

Carson parte en su cohete de la Tierra, de este modo deja atrás los sistemas místicos de viajes interplanetarios, como los que realizaba John Carter entre la Tierra y Marte, desdoblando su cuerpo y entrando en un estado de catalepsia. Tras el despegue, Carson pone rumbo a Marte y poco después se da cuenta de un pequeño desliz que tuvo tanto él como los científicos que le rodeaban: no calcularon la atracción lunar. A mi modo de ver, esta es la parte más irrisoria y ridícula de la saga venusina. El cohete de Carson cambia el rumbo al pasar cerca de la Luna y se lanza irremediablemente hacia el Sol. Tras una tensa espera, el cohete pasa cerca de Venus y es capturado por la gravedad de este planeta. Perdido por perdido, Carson se arroja en paracaídas del cohete antes de que éste se estrelle contra su superficie. A medida que desciende con su paracaídas y va atravesando las diferentes capas de nubes, Carson descubre un planeta de fantasía -donde se puede respirar oxígeno- y de frondosa vida. Tras enfrentarse con una bestia mitad cangrejo y mitad pantera, Carson es capturado por la civilización arbórea de Vepaja que se encuentra en el hemisferio Sur del planeta. Allí todos son jóvenes, bellos y se pasean semi-desnudos por las ramas debido a las temperaturas tropicales que afectan al planeta. Carson más que capturado es retenido por los vepajanos pues les llama la atención sus extrañas maneras, la tersa blancura de su piel y su cabello rubio que llamará la atención en todo Venus a lo largo de las novelas. Ya que en Venus no existe esa coloración de pelo, con este detalle Burroughs pone en evidencia el individualismo acérrimo del personaje. Un individualismo que tiene mucho que ver con la sociedad americana de aquellos días y que por otro lado destaca la condición verdaderamente única del personaje en un planeta donde nadie podrá jamás igualarlo. Carson Napier es el auténtico representante del ideal americano, un rubio atlético que se dedicará a liberar a Venus de todos sus opresores. Sin duda Alex Raymond estaba pensando en Carson cuando creó ese otro icono de las aventuras interplanetarias llamado: Flash Gordon. Las similitudes son muchas, pero no es el objetivo de este artículo señalar esas coincidencias.

En sólo tres semanas, Carson fue capaz de dominar la lengua de Venus y allí se enteró de que el nombre que los venusinos le dan a su planeta es el de Amtor y consideran que su mundo se halla rodeado por una materia ígnea. Al no poder observar el cielo, por las nubes eternas que lo rodean, para los venusinos son imposibles las nociones del cosmos tal cual las conocemos. Por ello no le creen a Carson cuando él les asegura que proviene de otro planeta a millones de kilómetros de distancia. Ni siquiera son capaces de comprender de qué está hablando.

Vepaja es un pueblo arbóreo, sus casas las construyen sobre árboles más altos que rascacielos, los cuales viven del agua que extraen de la humedad de las nubes a través de sus altas copas y no de las raíces del suelo. Pero esta forma de vida es producto de un fracaso social y no del triunfo sobre los elementos. Siglos antes Vepaja era una nación muy próspera, tan próspera que se ganó el resentimiento de los vagos y de los criminales que no tenían lugar en semejante sociedad. Un avivado llamado Thor –que ya había caído varias veces preso- fundó una sociedad secreta denominada: thorista. Su objetivo era bajar del poder a la clase culta, armó una revolución y los resultados fueron muy similares a los que en EE.UU. de aquella época consideraba un Estado comunista. Los thoristas, al igual que los rusos, era un grupo de criminales lavadores de cerebros. Algunos vepajanos pudieron escapar y se refugiaron en la altura de los árboles de las cacerías que organizaban los thoristas. Éstos se querían apropiar del mayor número posible de vepajanos ya que se habían quedado sin cerebros y su sociedad se encontraba en decadencia. En cambio, los vepajanos, que viven en igualdad y armonía, descubrieron el suero de la longevidad gracias al cual no envejecen nunca. Más adelante se lo aplican a Carson. Lo que le permite al autor explotar indefinidamente al personaje, bajo la fórmula perfecta de vida y belleza eterna y en consecuencia: aventuras sin fin.

Durante su estadía con los vepajanos, como no podía faltar, Carson se enamora de una extraña doncella que ve pasear en un jardín del palacio, la hija del rey de Vepaja: Duare. Las mujeres en las obras de Burroughs casi siempre actúan como disparadores de la aventura, son el leit-motiv. Los innumerables peligros a los que se enfrentan los héroes de Burroughs, en gran parte, los corren para liberar a su amada de las garras de algún perverso villano de risa sarcástica e interminable. Duare, a lo largo de las dos primeras novelas, se mostrará renuente a aceptar el amor de Carson a pesar de que éste se le declara de entrada. El amor entre Duare y Carson, mantiene a lo largo de la saga la tensión permanente del relato, hasta un punto tal que nos saca de las casillas. Particularmente a mí me desquicia que una vez que Carson atravesó Cielo e Infierno para rescatar a su amada, se la vuelvan a arrebatar frente a sus narices. De aquí que los héroes de Burroughs graviten entre la ingenuidad casi idiota y la auténtica iluminación de genialidad. Esto se ajusta a los intereses que tenga el autor en el desarrollo de la trama. De repente, los personajes son víctimas de intrigas absurdas y evidentes que cualquiera descubre a la legua, pero que constituyen los eslabones de una trama tan desopilante como entretenida. Es casi una excusa de Burroughs para seguir sumergiendo a sus personajes en el dominio de la aventura.

Durante una expedición por los bosques de Vepaja, Carson es atacado por un Targo, algo así como una araña gigante y pierde el rumbo en la frondosidad selvática. A partir de acá se desata la verdadera carnadura del personaje, Carson no vuelve nunca más a Vepaja, y a medida que transcurre la historia este retorno se volverá imposible, ya que su relación con Duare es una relación prohibida bajo la ley y religión de Vepaja. Este es un punto diferente en las historias que nos tiene acostumbrado Burroughs. Uno pensaría que Carson tendría que volver a Vepaja luego de haber destruido a los thoristas y conquistado nuevamente el reino para el pueblo que le dio, mal que mal, alguna cabida en su seno y que luego se casaría con Duare y sería rey de los vepajanos. Sin embargo, Carson no sólo no vuelve, sino que tras mucho esfuerzo Duare se enamora de su eterno defensor y sacrifica su reinado en Vepaja –lo cual es mucho, ya que la llamaban: "la esperanza de Vepaja", es decir que sin ella el reino se extinguiría- para vivir a su lado. En este sentido, Carson Napier es uno de los más humanos héroes de Burroughs y a la vez el más falible, no posee el coraje suicida ni el poder de John Carter, Warlord de Helium y tampoco la bestialidad de Tarzán; Carson es un personaje medido que casi le esquiva al peligro y lo enfrenta más por razones de fuerza mayor que por deseo. Tampoco es un gran espadachín y siempre prefiere manejar una pistola de rayos a la espada.

A medida que la saga avanza Carson y Duare se irán enfrentando a diferentes peligros, en Perdidos en Venus, el principal enemigo –a parte de las bestias amtorianas con las que se topan a lo largo de toda la saga- es un perverso noble venido a menos llamado Skor, quien tiene a su mando un ejército de zombis que lo secundan. Skor vive en un castillo sórdido, mugroso, plagado de humedad donde deambulan los muertos vivos. Éstos son fruto de los malignos experimentos de Skor, quien los revive inoculándoles células nuevas y manejándolos a través de sus poderes telepáticos. Tras revivirlos Skor los lleva a la ciudad de Kormor donde se autotítulo Jong (algo así como rey) y gobierna sobre estas huestes de muertos que vagan sin rumbo por una ciudad gris y ruinosa. Mientras que Carson logra huir; Duare es llevada a Kormor para transformarse en la mujer de Skor, viva o muerta.

Pero si Kormor es la representación, por extraño que suene, viva de la muerte. Donde todo está encaminado hacia la degeneración humana, tanto física como espiritual. La ciudad de Havotoo es su antítesis. Ciudad vecina de Kormor, apenas separada por el curso de un río, posee la civilización más avanzada de todo Amtor. Todos sus objetivos están encaminados a lograr la perfección humana, física y espiritual. Claro que esta perfección no puede acarrear otra cosa que la deshumanización al igual que los experimentos de Skor. Havotoo consideraba que las imperfecciones en los comportamientos sociales e individuales son producto de la herencia genética, si los antepasados de una persona han cometido delitos, pueden llegar a eliminar al individuo para que no siga perpetuando ese tipo genético. Naturalmente todos los individuos poseen el mismo nivel de inteligencia, rango y cultura. Esto atenta contra la diversidad y más tarde Carson se percata de que la existencia en Havotoo le resultaría imposible. En un principio Carson se somete a los exámenes y --para asombro del lector--, a pesar de que los científicos encuentran físicamente perfecto a Carson, y también muy despierto intelectualmente, consideran que está plagado de prejuicios que podrían atentar contra la población. ¡Por lo cual deciden que lo más inteligente y sano es destruirlo! Sin embargo, la única ventaja intelectual de Carson le salva la vida: sus conocimientos astronómicos. Carson es libre de vagar por Havotoo y es durante esta estancia cuando planea construir un aeroplano, vehículo que es totalmente desconocido en Amtor. Se construye el avión con los elementos más confiables y avanzados de todo Amtor, el metal es casi indestructible y posee un combustible especial que lo puede mantener en el aire durante cincuenta años. Finalmente Carson logra rescatar a Duare de las garras de Skor tras una excursión a Kormor y luego se ve forzado a huir en aeroplano junto a su amada de Havotoo, ya que también consideraron genéticamente peligrosa a Duare. ¡Unos maniáticos!

En el tercer volumen Carson de Venus, el héroe encuentra su patria por elección en la población de Sanara, que pertenece al reino de Korva. Pero hay una guerra civil entremedio. Sanara está en guerra con los zanis quiénes han conquistado la mayor parte del reino. Los zanis, clara transposición de nazis, son la versión venusina de la amenaza alemana. Hasta tienen su propio saludo marcial que dice ¡Maltu Mephis! Este Mephis es el dictador de los zanis a quien aman y respetan como a una estatua, pero que en realidad es un hombre cobarde y malvado que posee una extensa tropa de espías que le comunican la presencia de cualquier potencial traidor que resida bajo su mando. Finalmente, y tras muchos avatares Korva vuelve a ser un pueblo libre gracias al rubio terrícola. El jong de Korva nombra a Carson tanjong de Korva, es decir heredero directo del reino.

Escape de Venus, es el cuarto volumen de la saga y el más extenso. La civilización de turno en este volumen son los myposianos, que a diferencia de las anteriores no es enteramente humana. Son hombres peces de condición anfibia. Poseen largas barbas a lo Neptuno, ojos saltones como de huevo, agallas en el cuello y membranas en los dedos de las manos y los pies. Tanto Carson como Duare son capturados por estos hombres peces y vendidos en Mypos como esclavos.

A Carson se le ordena cuidar las crías de una familia myposiana. Las hembras myposianas llegado el momento desovan en el agua y luego los pececillos nadan por instinto al estanque de su respectiva familia, a medida que crecen pierden su forma primitiva y van adquiriendo su forma humana hasta hacerse mayores. Como los renacuajos, los myposianos pasan por todos sus estadios evolutivos hasta alcanzar la madurez. Una vez crecidos, abandonan el estanque y se suman a la sociedad. La tarea de Carson es defender estos peces de las aves, los guypals, que bajan al estanque para devorar a las crías myposianas.

Luego de los myposianos se enfrenta a los hombres-árboles de Brokol. Estos nacen como los frutos de los árboles. Con esto, Burroughs pinta un verdadero cuadro surrealista que habla mucho de la libertad creativa que siempre se permitió, donde los niños cuelgan de las ramas de los árboles, cayendo al suelo una vez maduros. La hembras una vez listas echan un huevo del tamaño de una nuez a la tierra y de ésta surge un árbol que dará los frutos que antes señalé. Los habitantes de Brokol son lampiños, poseen un cogollo de carne en la cabeza, que sería algo así como el cordón umbilical de los Brokelianos. Naturalmente su piel es verdosa y son hombres -¿yuyos?- de pocas palabras. Brokol es gobernado por una supuesta semidiosa pomposamente llamada: Loto-El-Ho-Ganja, la diosa del fuego, porque los brokelianos consideran que provino del cinturón ígneo que creen que rodea a Amtor. Sin embargo, ésta es la única terrícola con la que se encuentra Carson durante sus andanzas por Amtor. Pero a diferencia de Carson, Loto no llegó a Venus con la ayuda de un cohete sino que lo hizo como John Carter, en una especie de viaje astral que la condujo caprichosamente a Venus.

La última civilización importante con la que se encuentran Carson y Duare es la decadente población de la ciudad esfera de Vooad. La pareja es recibida alegremente por los vooyorgans, pero está alegría no es más que una fachada siniestra que oculta muchos horrores. Los vooyorgans son seres andróginos, una línea carnosa les divide el cuerpo por la mitad y llegado el momento de reproducirse esta línea los divide en dos surgiendo de cada mitad otro ser completo. Aunque en realidad el estado como se ve más adelante es bisexual, la mitad izquierda es femenina, mientras que la derecha es masculina. La carencia de un poder fisiológico creador se refleja en su cultura, que imita a la perfección todo aquello que ven, pero carecen de creatividad y de sentimientos. Para espanto de los lectores, los vooyorgans engañan a Carson y Duare y los embalsaman en vida para ser expuestos en un museo verdaderamente interactivo, junto a otras personas yacen en el mismo estado que ellos. Pero durante esta exposición, un vooyorgan (cuyas dos mitades son masculinas, un verdadero anormal para los vooyorgans) se enamora de Duare. Valiéndose de su astucia, rapta a Duare y huye con ella de Vooad. Más tarde, cuando el vooyargan por fin se divide, Duare se escapa y libera a Carson que lo había dejado colgando en el museo muriéndose de celos. Tras lo cual, vuelven a caer una y otra vez prisioneros de otras civilizaciones amtorianas, que combaten con barcos terrestres. Carson lucha de un lado y del otro con tal de volver a encontrarse con Duare. Pero como no podía ser de otro modo, la pareja vuelve a reunirse y retorna a Korva, su patria.

Los dos últimos volúmenes de la saga se los debo a los lectores, ya que aún no los tengo en mi poder. Sin embargo, estos cuatro ya comentados son los más importantes y los que le dieron fama al Venus del creador de Tarzán.

Burroughs, sin duda, será recordado más por su facilidad para crear verdaderos mitos modernos, que por su talento literario. En una época donde la complejidad desborda a las personas, Burroughs presintió que el hombre había perdido su esencia más primaria y que gracias a sus creaciones podía reencontrarse con el hombre mono que todo llevamos dentro y recordar que nuestro verdadero árbol genealógico comienza en las copas de los árboles de una prehistoria desdibujada en el pasado.

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BREVE BESTIARIO AMTORIANO

(todo lo que no descubrieron las sondas rusas):

Basto

: es el toro venusino, pero se diferencia del terrícola en que sus hábitos son carnívoros. Es enorme y posee dos enormes colmillos inferiores que los utiliza tanto para la defensa como para el ataque.

Gantor

: el elefante amtoriano. Su cabeza es similar a la de un toro, posee un solo cuerno que emerge de su frente. Su hocico es grande y su mandíbula está armada de poderosos dientes. Su lomo, por la parte trasero es breve y de color tostado con lunares blancos. Mientras que la parte delantera se encuentra recubierta por un denso pelaje. El rabo es igual al del toro y las pezuñas son tres dedos callosos.

Klangan

: hombres-pájaros de Amtor de escasa inteligencia. Son famosos por su cobardía y su locuacidad estúpida.

Mistal

: rata del tamaño de un gato terrestre.

Nobargan

: los hombres peludos u hombres osos de Amtor. Hombres primitivos, completamente recubiertos por un denso pelaje, se sirven de hondas y arcos y flechas para sus luchas.

Pigmeos amtorianos

: miden unos tres pies de altura y están completamente recubiertos por largos cabellos, son muy territoriales.

Rotik

: en amtoriano significa tres ojos y con ello denominan a los monstruos marinos que acechan los mares de Venus. El rotik llega a alcanzar mil pies de longitud. Poseen un ancho morro y grandes ojos saltones, de entre ellos emerge un vástago cilíndrico de unos quince pies de largo donde se ubica el tercer ojo, que el Rotik lo utiliza como periscopio para buscar alimento ya que siempre nada cerca de la superficie.

Targo

: araña gigante que habita en los bosques de Vepaja. Se encuentra recubierta por un pelaje negruzco y sobre cada ojo, posee una mancha amarillenta del tamaño de un plato. Paraliza a sus víctimas profiriendo agudos alaridos e inyectándole un veneno que los adormece. La tela que produce esta araña se la denomina tarel y se la utiliza en diversas empresas por su notable resistencia.

Tharban

: es el león de Amtor pero de mayor tamaño. Su oscura piel se encuentra surcada por manchas de color marrón. Sus mandíbulas están armadas con 17 o 18 enormes colmillos y las garras poseen tres pesadas pezuñas. Su melena es negra y se parece mucho a la de un oso. Sus orejas son largas y puntiagudas y su cola es como la de un león.

Vere

: lagarto carnívoro amtoriano. Posee una longitud de unos veinte pies, su cuerpo se encuentra recubierto por escamas rojas, amarillas y negras que se combinan en intrincados dibujos. Su cabeza es muy similar a la de un cocodrilo terrestre, pero a cada lado de su mandíbula superior posee una extensa hilera de cuernos que los usa en su defensa. En la parte superior de la cabeza posee únicamente un ojo de enorme tamaño. Su ataque suele ser mortal.

Zangans

: seres bestiales que andan en cuatro patas. Su nariz es chata, su boca muy ancha y en de sus mandíbulas emergen poderosos dientes. Sus ojos son muy pequeños y de mirada salvaje. Su piel es blanca y apenas poseen pelo en la cabeza y en las mejillas.

Zorat

: animal herbívoro, del tamaño de un caballo pequeño. Sus patas son delgadas y largas que le permiten alcanzar grandes velocidades. Sus pezuñas son redondas y sin uñas con un muñón calloso en el extremo, su cuadrilla es casi vertical, pero esto no dificulta su monta, ya que el la cruz de su dorso, sobre sus riñones, posee dos pequeñas jorobas ideales como montura. Su cabeza es corta y ancha con grandes ojos y orejas pendulares.

 

BIBLIOGRAFÍA:

  • Salvador Vázquez de Parga, Héroes de la aventura, Planeta, 1983. Libro excelente que posee abundantes reseñas sobre multitud de escritores de aventuras.

  • La página de mi amigo hispano Javier: http://www.dreamers.com/lospulps/ . Es la única página de pulps en castellano y es una de las más completa de todo el mundo. De visita obligada.

  • La página oficial de Tarzán, http://www.tarzan.org/index.html posee muchísima información gráfica y una jugosa bibliografía de Burroughs. Está en inglés.

    _________________

    (1)

    Capanna, Pablo, El sentido de la ciencia-ficción, editorial Columba, 1966, p. 89.

    (2)

    La novela se publicó en seis entregas de febrero a julio de 1912.

    (3)

    El autor era conciente de esto, al final del capítulo primero de Piratas de Venus, Burroughs le pregunta a Carson, por qué no eligió para viajar Venus en vez de Marte, a lo que contesta Carson: "...me hubiera gustado ir a Venus [...] envuelto como se halla, en una espesa capa de nubes, su superficie resulta eternamente invisible a los ojos humanos y se me ofrece como un misterio que intriga mi imaginación. Pero recientes investigaciones científicas en el mundo de la astronomía han determinado que las condiciones climatológicas de ese planeta rechazan toda posibilidad de que pueda alentar ninguna manifestación de la vida peculiar de la Tierra..."

    (4)

    En el prefacio de la obra: The warlord of Mars, Burroughs también vincula el universo de Pellucidar con el de Marte. Gracias a la onda Gridley (llamada así por su descubridor: Jason Gridley). La tierra pudo ponerse en contacto con Pellucidar y más tarde con Marte. De modo tal que se logró un puente comunicativo entre Jassom (la Tierra según los marcianos) y Barsoom.

    (5)

    Durante su vida, Burroughs estuvo íntimamente vinculado al cine, en gran parte, gracias a la versiones –muy libres- que se hicieron de Tarzán de los monos. Además el actor Big Jim Pierce que actuó la película: Tarzán y el león de oro (1927) se casó con la hija del escritor. Esta pareja en 1932, realizó 364 episodios de la serie radial de Tarzán, rey de la selva. En 1934, Burroughs escribió el libro: Tarzán y el hombre león, donde narra las aventuras de Tarzán con un grupo de cineastas en las selvas africanas y donde Tarzán es elegido como extra ¡para una película sobre el propio Tarzán! Finalmente, el productor hecha a Tarzán del set y Tarzán parte de Hollywood muy desilusionado del cine.

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