La saga de Chucky continua

Semilla de Maldad.
Chucky vuelve a las andadas

por Jotar

¿Alguien hubiese imaginado, allá por los ´80, que casi veinte años después el Muñeco Diabólico iba a seguir en vigencia y en excelente forma? Seed of Chucky (El Hijo de Chucky o literalmente La Semilla de Chucky) es la última película de la saga y está plagada de homenajes y guiños para cinéfilos educados y un público mucho menos ingenuo de lo que podría creerse. Merece que le echemos una mirada visceral…

¿Sueñan los muñecos de plástico con ovejas de poliuretano?

Son cinco películas ya protagonizadas por este muñeco que no para de mutar de aspecto y de género cinematográfico, y que cada vez se vuelve más "interesante", como un tío borracho que resulta gracioso e insoportable al mismo tiempo. La saga empezó en 1988 con una muy buena película de suspenso y terror psicológico hasta derivar en pleno siglo XXI en una comedia negra con alma de splatter o gore movie, términos que se aplican a las películas que abusan del chorro de sangre y la tripa descolocada por cualquier elemento filoso, desde el clásico cuchillo, en adelante.

Lo políticamente incorrecto y la osadía más desahogada marcan el regreso de este muñeco diabólico. Ya desde el comienzo del film advertimos que la cosa viene pesada. La primer imagen es un líquido blanco que comienza a gotear llenando la pantalla por completo. Sí, ladies and gentleman, es el semen del pequeño asesino. Después, en homenaje a la famosa apertura de Look Who´s Talking (Mira Quién Habla) donde miríadas de espermatozoides "travoltosos" realizaban la maratón más corta del mundo en busca del óvulo de Kirstie Alley, en esta otra asistimos a la malévola versión modelo Tiffany-Chucky. Estos espermitas, en cambio, son todos blancos y poseen rasgos de villano sutilmente esbozados. Producida la química imposible, el óvulo comienza a partirse, multiplicarse y dar paso a la criaturita bestial de ambos muñecotes.

Cabe recordar que en la película anterior, Bride of Chucky (La Novia de Chucky), el engendrito nacía coincidiendo con la muerte de sus padres, Charles Lee Ray, (Brad Dourif) asesino serial convertido en muñeco gracias al amuleto del Corazón de Dambala, -muerto y resurrecto en los tres anteriores filmes- y de su también psicótica y desquiciada esposa secuaz, Tiffany Ray (Jennifer Tilly)

Posteriormente el film nos ofrece un verdadero baño de sangre en la mejor tradición de las películas clase B, combinando atroces muertes que van desde las decapitaciones, cuchillazos, y golpes de hacha, hasta las incineraciones y el derretimiento con ácido sulfúrico. No abundaremos en detalles argumentales puesto que Seed of Chucky se disfruta mejor con una mente receptiva para encontrar y atar cada detalle, no sólo al pasado mismo de la saga sino con la realidad de las actuales celebridades de Hollywood.

Ficción dentro de la ficción

¿Cómo resucitar a un maniático Good Boy como Chucky que ya había muerto, en cuatro ocasiones anteriores, sin que la fórmula se siguiese resintiendo? Bueno, echando guante al ya casi clásico recurso de "la película dentro de la película" explotado hacia fines de los 90´s por el director de género Wes Craven. Le resultó práctica a Freddy Krugger en su séptima peli, Wes Craven´s New Nightmare (La Nueva Pesadilla de Freddy) y para los nerviosos protagonistas de Scream 3 fue una ingeniosa forma de renovarse. En ambas películas el disparador y escenario de los nuevos asesinatos era siempre un set de filmación dónde se filmaban al estilo hollywoodense los hechos sangrientos ya acaecidos previamente.

En la ficción de este film los muñecos de Tiffany y Chucky han sido objeto de investigación y culto después de su descubrimiento en un viejo cementerio de New Jersey, (recuerden, el final de Bride of Chucky) parte de una serie de asesinatos irresolutos. Don Mancini, el director debutante tras la cámara, es además el creador de la franquicia del muñecote y fue el guionista de todas las películas incluyendo ésta. Mancini aplica con éxito este recurso –ficción dentro de ficción– dándole a nuestros pequeños asesinos seriales un marco ideal para el retorno. Entre bastidores, fuera de escena, asistimos a una pequeña galería o freak show, donde cabezas de látex, muñecos del monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo y otras macabras imágenes, amén de litros de sangre falsa en contenedores, recrean el perfecto ambiente para la vuelta de Chucky y su esposa a sus cuerpos de plástico, reconstruidos para la ficticia película "Chucky Goes Psycho" (Chucky se vuelve loco).

El reparto es más bien austero ya que los protagonistas absolutos son Chucky, Tiffany y el hijo de éstos. Brad Dourif presta su particular dicción para el engendro mayor. Dourif protagonizó en cuerpo y voz Child´s Play 1, 2 y 3 –la saga del muñeco–, y Bride of Chucky, en su papel como Charles Lee Ray, y en otros papeles como el asesino Géminis en El Exorcista 3 y Lengua de Serpiente en El Señor de los Anillos 2.

Jennifer Tilly, actriz fetiche de los Wachowski brothers (Matrix) por su participación en Bound, el debut fílmico de los hermanos, donde ella y la actriz Gina Gershon compartían ardientes escenas lésbicas, vuelve al papel de la deliciosa muñeca Tiffany. Habiéndola interpretado en Bride of Chucky ya, un excelente giro narrativo explica su vuelta. Además de interpretar a Tiffany Ray, la esposa trágicamente asesinada y resucitada en la muñecota a través del rito voodu de Dambala, con esa vocecita molesta, también se interpreta a sí misma, Jennifer Tilly, contratada para representar el papel de la Tiffany humana en el film dentro del film.

Billy Boyd, el hobbit Pippin en El Señor de los Anillos, es quien le pone la voz al primogénito de la pareja diabólica. Resulta que su personaje, "Shitface" (cara de caca) es encontrado en el cementerio de New Jersey y bautizado así por un inglés, quién, de paso, se lo lleva al Reino Unido para hacer carrera como –falso– ventrílocuo a expensas del muñequito. Cuando Chucky y Tiffany lo conocen deciden darle otro nombre menos escatológico. Chucky quiere un varón así que le pone Glenn, mientras que Tiffany prefiere una mujer y le pone… Glenda.

Graciosísimo homenaje a una película del director yanqui Ed Wood, que antes de su famosa Plan 9 From Outer Space (Plan 9 del Espacio Sideral) incursionó en el auto-travestismo en su film Glenn or Glenda? de 1955 sobre un tipo con orientación bisexual.

También Glenn (o Glenda) protagoniza con cuchillo en mano una escena donde señorita desnuda se ducha en una bañera con cortina plástica. Referencia inagotable al señor Alfred Hitchcock y a su clásica Psycho (Sicosis). Coincidentemente, tanto el espectáculo de ventriloquia, "Psycho & Shitface", como la filmación en la ficción, "Chucky Goes Psycho", comparten la palabrita en inglés en cuestión. Psycho, sicótico.

Los homenajes y referencias a celebridades no se detienen ahí. Jennifer Tilly se parodia a sí misma todo el tiempo. La actriz se interpreta como una cualquiera, dispuesta a todo para conseguir papeles en el cine, quisquillosa y mandona con su pobre asistente de quién se esconde para comer golosinas a escondidas violando su dieta. Tilly hace referencia varias veces sobre los papeles que le robó Julia Roberts (¿?), su ardiente encuentro con Gina Gershon y su comparación en bajeza moral con Anna Nicole Smith.

Chucky también le baja el pulgar a la cantante Britney Spears, cuando en determinado momento empuja el auto de la diva del pop, con ella adentro, por una barranca. Por supuesto, la diva no fue de la partida realmente y una doble idéntica la reemplazó. En otra situación, hacha en mano, Chucky abre un boquete en una puerta blanca y se asoma, sonriente y malévolo. Jack Nicholson hacía exactamente lo mismo en The Shinning (El Resplandor), una perlita de Stanley Kubrick.

Y por si todo ello fuera poco, Seed of Chucky es una co-producción entre Inglaterra y Rumania, filmada en éste último país, con técnicos, ayudantes y vestuaristas rumanos. ¡Tiembla el mito de Drácula frente al renovado reguero de sangre de Chucky, Tiffany y su vástago asexuado!

Queda en ustedes, preciados lectores de QD, afrontar esta nueva etapa del muñeco maldito desde una sala cinematográfica, la comodidad de la televisión puertas adentro, o elegir la indiferencia ante un fenómeno que sigue su curso pero no deja de ser un mero entretenimiento, ráfaga de aire fresco en medio del insoportable verano, o una mancha más de tomate en el mantel de su mesa.

Jotar,
Febrero del 2005

Comments

Re: La saga de Chucky continua

las mejores peliculas son las partes

Parte 1
Parte 2
Parte 3

ya las demas no se me hacen tan buenas

todomovies@msn.com

Re: La saga de Chucky continua

chucky es un muñeco "GOOD GUY" no un good boy por lo demas chapeau por cierto para los amantes de muñeco esta ultima es una mi.... la primera y la segunda molan

Saludos Don Jotar

Como no esperaba menos de Usted: un análisis muy interesante sobre mi compadre Chucky. Para mí, la tercera cinta es genial, con toda esa burla a la vida matrimonial.
Por otra parte, siempre me ha llamado la atención que Usted es el único colaborador que contesta los escritos que envia el refinado público lector de Quinta dimensión.
Estuve ausente de participar y leerlos, pero ya regrese.

Desde México, Sergio Sánchez

What do killer dolls use to masturbate?

No esperaba con ansias asesinas una película de Chucky, pues personalmente no aprecié mucho la nueva dirección que tomó la saga desde la tercera secuela (Bride of Chucky); pero después de ver los trailers y de leer las reseñas, pensé que sería mejor tomarla más como una comedia negra que como una película de puro horror.

Para evitar spoilers no leí completamente este artículo hasta el día de ayer, que fue el día en que por fin vi la película. Sí, una salvaje lobotomía cinematográfica de 90 minutos era lo que mis aburridas vacaciones necesitaban. Y más o menos eso fue lo que obtuve.

Fue refrescante ver una vez más a este sardónico pequeño bastardo hacer de las suyas. Había olvidado lo cool que era este muñeco diabólico. Si bien Chucky no es un personaje que a estas alturas del partido logre provocar miedo, él y su maniática novia, y las bizarras situaciones en las que se vio envuelto ese par, lograron hacer que sonría como una hiena de poliuretano. Sin embargo, y a pesar de que entré a la sala de cine preparado para reírme, hubo momentos que me inspiraron una correcta ansiedad y cierto miedo. Y la verdad no me lo esperaba. Y me esperaba menos el que el engendro nacido de un par de muñecos asesinos me haya provocado cierta compasión.

El vástago asexuado de Chucky y Tiffany, además de una crisis de identidad sexual (no me acuerdo si Ed Wood tenía problemas de orientación, el que alguien no sepa si es hombre o mujer es un asunto de identidad más que nada), sufre de un serio trastorno de personalidad doble de la misma línea de Jekyll y Hyde. Por un lado tenemos al dulce y pusilánime Glenn, quien inspira tanto lástima como ternura, además de cierto placer culpable al reirnos de sus reacciones ante la orgía de sangre provocada por sus padres psicópatas; la personalidad alterna y opuesta de ese personaje es Glenda, de quien sólo diré, y parafraseando a La Novia, que lo que le falta de huevos le sobra en demencia.

A pesar de todos estos elementos, la película no logró satisfacerme por completo, se pareció corta y me dejó con la sensación de que los realizadores no aprovecharon totalmente el potencial de la secuela. Es cierto que la cinta tiene unas cuentas notas de humor negro, escenas explícitas y sangrientas, una dramedia cruel y exótica...todo eso está bien, lo suficiente como para pasarla bien; pero a este aborto le faltó más acción, más...más... movimiento. La confrontación final de los muñecos se siente un poco apresurada y facilona, como que decepciona.

Aún siendo una acelerada masturbación (¿qué tan acelerada sería una para ustedes?), creo que valió la pena el gasto y estoy seguro que los seguidores de este barbárico y pelirrojo hijo de puta van a disfrutar una vez más de sus extremas hijadeputeces, aunque se van a decepcionar si esperan ver un body count muy alto y a Chucky como el protagonista principal.

Bueno, parece que mi usualmente corto comentario resultó en una crítica de cine. Soy de esos que... Bueno, saben, es muy tarde y no puedo pensar en lago que decir ahora. ¡Al diablo!

Y fuck you very much.

Mi Scoutómetro le da esta película un 6,1 / 10. Por el momento; espero chequear la versión extendida NC-17 que saldrá en DVD.

Vader dixit

"I find your lack of faith disturbing..."

Aunque por suerte parece que he contribuido a evaporarla un poco.

Chucky es eso, mi amigo Scout, un poco de diversión entre tanta complicación. Nunca ganará premios ni estará en el podio de "top ten movie killers", pero la diversión está servida.

Saludos
Jotar

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