Dos visiones sobre El Señor de los Anillos: Las Dos Torres
por Dixon Moya y
Campo Ricardo Burgos López
Una película como Las Dos Torres merece más de un comentario.
Es por eso que aqui publicamos dos artículos sobre el tema: el primero -"Una Mirada Doble..."- se permite una revisión tanto de la película como de la novela que le dió origen. La segunda nota -"De como Borges ayuda a analizar..."- se inclina por una visión crítica del film.
I- UNA MIRADA DOBLE A "LAS DOS TORRES"
Por Dixon Moya
"¡Aprended ahora la ciencia de las criaturas vivientes!
Nombrad primero los cuatro, los pueblos libres:
los más antiguos, los hijos de los Elfos;
el Enano que habita en moradas sombrías;
el Ent, nacido de la tierra, viejo como los montes;
el Hombre mortal, domador de caballos...
Los hobbits medianos, que habitan en agujeros."
J. R. R. Tolkien. Las dos Torres.
Las Dos Torres (novela)
Habíamos quedado en que J. R. R. Tolkien trazó los elementos fundamentales de su trilogía (El Señor de los Anillos) en la primera novela (La Comunidad del Anillo [2]), ahora en la segunda parte continúa el desarrollo de la trama. En esta obra, la comunidad que se conformó con el propósito de transportar el anillo del poder a su destrucción, se ha disuelto, dividida en dos grupos, contribuyendo a llevar la narración por esta bifurcación de caminos, dos rutas con dirección a Isengard y Mordor; de hecho la novela está compuesta por dos libros, el tercero y el cuarto. Mientras por un lado, los guerreros conformados por un elfo, un enano y un hombre, luego de afrontar feroz batalla contra las fuerzas del señor de la oscuridad, logran encontrar al omnipresente e inmortal Gandalf, así como a los hobbits que habían sido raptados, todo con la ayuda de nuevos aliados, de otra parte y aproximándose cada vez más al hogar del mal, van en su mortal empresa un decidido Frodo con su fiel sirviente y amigo Sam. En la versión fílmica, Pippin y Merry todavía no se integran al grupo guiado por Gandalf, ahora Caballero Blanco.
La primera parte del libro, si bien contempla episodios de guerra, maneja el escenario bélico más como un elemento complementario en la propuesta general, a diferencia de la película que analizaremos después, los combates son relatados de manera dilatada, con fondo poético y melancólico, no puede olvidarse que Tolkien veterano herido de la Primera Guerra Mundial y testigo directo de la Segunda, no era un publicista a favor de la violencia, por ello la atención se centra en el cuarto libro, en donde se narra la travesía de Frodo y Sam. Sin embargo, la referencia del conflicto es obligada, algunos analistas hablan de la influencia de aquellas confrontaciones mundiales en la obra de Tolkien, podría pensarse en el peligro que veía el autor en la concentración del poder en una sola persona, como podrían serlo Hitler o Stalin, encarnaciones reales de Saurón. A la luz de los sucesos contemporáneos, al mencionar "Las dos torres", más de un espectador lo relacionará con las edificaciones derribadas de Nueva York y posiblemente asemejará a Sarumán con Osama Ben Laden, pero esa forzada lectura no tiene nada que ver con Tolkien.
Este libro marca el protagonismo de Sam, como una especie de Sancho Panza, al lado de su particular Quijote, quien debe asumir la gran responsabilidad de llevar a cabo la empresa de su amo, a riesgo de su propia vida. Los dos "medianos" siguen confirmando el interés de Tolkien por resaltar a aquellos seres en apariencia débiles, pero que en momentos decisivos se convierten en héroes o mártires. Los dos expedicionarios cuentan con la ayuda de un insospechado cómplice, un ser que puede inspirar desconfianza, asco e incluso ternura al mismo tiempo. Otro elemento a destacar, es sin duda el interés por lo que hoy denominamos el tema ecológico, el buen profesor Tolkien en boca de los fabulosos Ents, guardianes de bosques, manifiesta su preocupación por la destrucción de la naturaleza en pro del desarrollo de la industria.
La novela termina con un suceso terrible e inesperado, mientras los acontecimientos se van conjugando para el momento decisivo que se sospecha llegará a su fin en el último capítulo de la trilogía. El nudo se comienza a desatar.
"Que estos días aciagos sean para mí y que me lleguen ahora,
en los años de mi vejez, en lugar de la paz que creía merecer...
Los jóvenes mueren mientras los viejos se agostan lentamente".
J. R. R. Tolkien. "Las dos torres".
Las Dos Torres (película)
El director, Peter Jackson, hizo una apuesta arriesgada (triple apuesta debe decirse), al filmar al mismo tiempo toda la trilogía del "Señor de los Anillos), en una decisión única en la historia del cine. Otras sagas del pasado fueron realizadas dejando de por medio, años o meses, sobre todo porque los productores usualmente desean ver el resultado de la primera película antes de lanzarse a financiar secuelas, desde el punto de vista artístico puede ser útil, porque se podrían corregir errores de interpretación o realización. En este caso, precisamente por criterios de economía, para reducir costos, no hubo oportunidad para ello, el director apostó a la caracterización de los personajes, a la frescura de los mismos, sin dar paso al éxito desmedido que pueda afectar la actuación y convivencia del equipo.
Hasta el momento, la apuesta funcionó, la primera película fue un éxito tanto de crítica como de taquilla, siendo la segunda más vista en el 2001 y nominada a varios premios Oscar, incluyendo mejor película. Veremos que ocurre con "Las Dos Torres", que en palabras de su realizador, es con la que se tomó más libertades con respecto a su referente literario. En efecto, la película tiene un fuerte carácter épico, elevando a protagonista un episodio de batalla que en el libro no tiene la misma trascendencia. De igual manera, Jackson apela con más frecuencia a los efectos especiales, pero sin duda, la carga de la historia sigue siendo soportada por las interpretaciones. Sin embargo, en comparación a la "Comunidad del Anillo", es posible que surja un mayor número de críticas del grupo de fanáticos de Tolkien y su obra literaria.
Personalmente considero que como trabajo artístico independiente, es interesante ver a un Jackson dispuesto a derrotar la creencia que la majestuosidad de las batallas es sólo exclusividad de Hollywood. La larga escena de la batalla del Abismo de Helm, es simplemente soberbia. Para los amantes de las cintas con despliegue de ejércitos en choque, recomiendo ampliamente la película y conociendo el gusto de la Academia Cinematográfica por las películas de multitudes (recordar a "Ben Hur" y "El Gladiador"), no sería extraña una nueva avalancha de nominaciones, pero eso lo sabremos en pocos meses. Por lo pronto, sólo resta disfrutar la película con una buena dosis de palomitas de maíz y gaseosa, así como esperar que los próximos doce meses pasen muy rápido para degustar la última parte de la trilogía.
Bogotá, Diciembre de 2002.
II- DE COMO BORGES AYUDA A ANALIZAR EL SEÑOR DE LOS ANILLOS - LAS DOS TORRES
por Campo Ricardo Burgos López
1
A fin de que se comprenda más fácilmente lo que más adelante argumentaré, empezaré por decir que El Señor de los Anillos - Las Dos Torres (Lord of the Rings - The Two Towers), la segunda entrega de la trilogía de Peter Jackson basada en el clásico texto de Tolkien, es una excelente película. Empero, creo que sólo es eso, una excelente película pero nada más. A ver me explico.
Las megaproducciones de fantasía heróica como esta de Jackson cuentan con un problema. Antes de entrar a verlas ¿qué es lo que un espectador espera? Grosso modo, el sujeto que paga su boleta aguarda guerreros y batallas a la usanza medieval, monstruos mitológicos de diversa laya, heroísmo a borbotones, impresionantes efectos especiales y de digitalización, magnificente vestuario, y asombrosos escenarios. ¿Y qué es lo que ha encontrado el espectador cuando sale de la película tras casi tres horas de proyección? Pues eso pero nada más. Absolutamente nada distinto a lo que una película de género puede ofrecer. Ni una sola escena verdaderamente nueva o que sorprenda. Uno siente que antes de haber visto esta película, hace tiempos que la había visto. Pero antes de ser lapidado por mi observación, quisiera que leyéramos un fragmento de una entrevista que en 1975 le hicieron a Jorge Luis Borges, y que aparece en el libro Borges: imágenes, memorias, diálogos de María Esther Vásquez (1). Dice así:
"- Días pasados una persona se vanaglorió de haberle presentado a Roman Polanski
-afirma el entrevistador- ¿Qué piensa de Polanski?
- Nada -responde Borges-. Supongo que es una de las personas más grises que he conocido en mi vida. Pero eso no quiere decir nada; puede ser un gran director. Al fin y al cabo, el primer ajedrecista del mundo no es más que el primer ajedrecista del mundo. No hay que suponer que sea especialmente brillante en otras cosas. Es como aquel peón tigrero que conocía mi padre: mataba pumas, pero era lo único que sabía hacer. Hay una frase de Bernard Shaw sobre un profesor alemán que había escrito el libro más extenso y documentado sobre él: "El doctor Fulano de Tal lo sabe todo, pero es lo único que sabe..." Es decir, sabe muchas cosas, pero no las sabe de un modo especialmente interesante."
A mi modo de ver, este comentario de Borges es perfectamente aplicable al caso de El Señor de los Anillos-Las Dos Torres. (que de aquí en adelante llamaré Las Dos Torres). Así como el primer ajedrecista del mundo sólo es eso pero nada más, Las Dos Torres es sólo eso pero nada más; Las Dos Torres es una película que en su género "lo sabe todo" pero que es "lo único que sabe", es una película que "sabe muchas cosas" pero no "las sabe" de un modo especialmente interesante. Al salir de este filme, se siente que Jackson ha cumplido con todas las convenciones del género pero hasta ahí; es un alumno aplicadito que ha realizado a conciencia sus deberes pero de ningún modo un alumno que se atrevió -aun a riesgo de fracasar- a violar al menos unas cuantas de las convenciones de este género. El filme de Jackson es esmeradito pero uno extraña al menos una pizca de desobediencia. Es una buena película que, sin embargo e insisto, uno siente que plano a plano ya la ha visto a través de los planos de otras películas previas. No obstante, para ser justos, anotemos que esta impresión puede deberse a que en nuestro tiempo a uno lo han amamantado con cine y televisión desde niño y, sobre todo en las películas de género, cada vez se hace más y más difícil mostrar algo que en verdad asombre al espectador. Apuntemos también, que Jackson puede estar preso de las tremendas presiones económicas que debe soportar quien maneja un filme con tantos millones de dólares involucrados, y que no ha de ser fácil crear una obra que funcione muy bien en la taquilla y a la vez signifique un hito desde el punto de vista artístico. Por último, mencionemos que la abrumadora publicidad alrededor de Las Dos Torres en cine, radio, prensa, televisión e internet, predispone al espectador a esperar que en la oscuridad de la sala se va a encontrar algo de la estatura fílmica del Ciudadano Kane, y es obvio que al toparse con una entretenida película de género, es inevitable la decepción (quizá por eso a veces pienso que el mayor enemigo de ciertas películas es la publicidad laudatoria que la rodea).
2
- Bueno -podría decirse- ¿pero acaso no le está pidiendo peras al olmo? ¿Si al fin y al cabo Las Dos Torres es una buena película de género, no está cumpliendo con su razón de ser?
Respondamos que sí y no. Sí, por que -repito- es análoga al niño juiciosito que ha hecho bien la tarea que le dejó el maestro. Pero no, por que en una película tan promocionada y de tal envergadura, se esperaría que vaya más allá del género y marque nuevas rutas a recorrer en el cine; en tanto el espectador a la salida de la película sólo ha visto cuadro a cuadro lo que ya es típico en una producción de esta clase, no se ha cumplido tal exigencia. Veámoslo con un ejemplo traído de otro campo ¿Por qué es grande El Quijote? Por un montón de razones pero para nuestro caso remitámonos a dos: No sólo es una narración que compendia los tópicos de un género anterior como la "novela de caballería", sino que a la vez se salta esos tópicos e inaugura la novela de la modernidad. Este último punto -el salto y el incumplimiento de las convenciones- sería lo que no se ve en Las Dos Torres.
Entonces, dada esta situación ¿dónde puede estar el futuro del cine fantástico? Creo que a este respecto me serviré de un análisis hecho también para otro campo: El fútbol. Examinando el pasado Mundial de Fútbol de Corea y Japón, el crítico Eduardo Arias ha dicho que su nivel fue más bien mediocre. Ni un sólo partido memorable y tan sólo pasajes de buen fútbol en uno que otro partido. Hoy -según él- si se quiere buscar un fútbol de alto nivel, de gran calidad técnica, emocionante y que sea digno de memoria en la retina del espectador, ya no hay que buscarlo en un torneo como el Campeonato Mundial de Fútbol, sino que se ha de hacer en otras competiciones como -por mencionar algo- la Liga Española, Italiana o Inglesa. Luego Arias intenta explicar la razón del bajo nivel del Mundial pasado y resalta especialmente que en la actualidad la FIFA antepone el factor "hacer dinero" a cualquier otra consideración técnica, humana o estética. En fin. Detengámonos en este punto. Como espectador de cine fantástico creo que hoy los filmes memorables muy rara vez se encuentran en las producciones ultrapromocionadas hasta lo infinito como Las Dos Torres (que por sus gigantescas dimensiones vienen a ser algo así como un Mundial de Fútbol), y, en cambio, han de buscarse en "otras ligas"(como por ejemplo ciertos filmes minimalistas y más personales como ese The Cube que alguna vez cité en otro artículo). No estoy diciendo que en las megaproducciones de cine fantástico no se encuentren obras fundamentales (para poner un ejemplo ahí están Matrix y algún Batman de Tim Burton), lo que quiero decir es que cuando una obra cinematográfica no está tan apremiada por exigencias económicas como le ocurre a los dinosaurios fílmicos, hay más espacio para correr ciertos riesgos. Así mismo, lo que quiero aseverar es que "lo interesante" no siempre coincide con "lo excelente".
3
Para terminar quisiera traer a colación una anécdota del poeta colombiano Giovanni Quessep que viene como "anillo al dedo" para el análisis de Las Dos Torres. En cierta ocasión, a este poeta lo invitaron a ver una puesta de sol muy bella en las afueras de la ciudad en que él vivía.
- Es lo máximo -le decían quienes lo invitaban-. Usted nunca ha visto algo así.
De este modo, quienes invitaban a Quessep y el mismo Quessep, emprendieron el viaje hasta la región donde supuestamente se veían esos ocasos tan memorables. Llegados allí, juntos esperaron hasta el instante de la puesta de sol, religiosamente la observaron, y entonces uno de quienes habían invitado a Quessep, le hizo la irremediable pregunta.
- Y bien poeta -dijo sonriente-¿Qué le pareció?
- Ese atardecer ya me lo leí -fue la lacónica respuesta del invitado.
Bogotá, Enero de 2003
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(1) María Esther Vásquez, Borges: imágenes, memorias, diálogos, Caracas. Monte Avila Editores, 1977, p. 115.
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